Comparativa del Volkswagen Golf 1.5 eTSI vs BMW 118i

Aunque todo tenga el aspecto de un Volkswagen Golf R, nuestro candidato de prueba tiene "solo" equipamiento R-Line con cuatro presuntos escapes y ruedas de 18 pulgadas que quedan muy bien pero le restan comodidad. Por eso es fácil confundirlo a primera vista con un coche mucho más potente y deportivo.

El BMW 118i llega con 136 CV, paquete deportivo M y una rebaja de carrocería de 10 milímetros, por eso también tiene todo el aspecto de una divertida versión deportiva.

Por dentro

Además de la noble elección de materiales, la ventaja central del BMW es que el manejo de los elementos de control es más intuitivo y exige menos distracciones al volante, y todo ello es gracias al conocido mando giratorio. El control por voz de infoentretenimiento, además, es más fluido y natural, y el head-up display es particularmente fácil de leer.

Cualquiera que haya comprado un Golf 4 alrededor de 2003 y ahora quiera cambiarse a un Golf 8 tendrá problemas para reconocer "su" Golf, aunque sólo sea por la palanca de cambios del tamaño de un pulgar del compacto de Volkswagen.

Los campos de sensores y el funcionamiento puro de la pantalla táctil con muchos pasos a través del menú de inicio no nos parecen las vías más directas para controlar el sistema de infoentrenimiento. Uno tiene la típica sensación de cuando cambia de móvil y necesita unos días para adaptarse. 

A favor del Golf hay que decir que tiene unos asientos excelentes. El BMW no le va a la zaga, con mucho apoyo lateral y una superficie de asiento amplia con muchas opciones de ajuste, incluida la banqueta. 

En la segunda fila del BMW te sientas menos profundamente que antes, pero la altura sigue siendo algo deficitaria. Hay más altura útil en la parte trasera del Volkswagen, pero la superficie del asiento desciende bruscamente. Por cierto, desde el pilar B solo encontramos plástico duro: antes un Golf se veía más refinado, y no necesariamente hace justicia al elevado precio del automóvil.

¡En marcha!

Gran diferencia en la conducción: mientras que la nueva variante de rendimiento del 1.5 en el VW obtiene su potencia de un cuatro cilindros, BMW confía en un bloque de tres, con el detrimento esperado en suavidad de funcionamiento. 

En el Golf, las ya mencionadas llantas opcionales de 18 pulgadas reducen notablemente el confort de los amortiguadores adaptativos. Sin embargo, nuestro BMW de prueba con paquete M y rebaja de 10 mm se siente aún más duro sobre baches cortos adoquines. Los amortiguadores adaptables solo están disponibles para el Serie 1 a partir del 120i.

El BMW viene con una transmisión automática de doble embrague de siete velocidades, que estira las marchas un poco más que el Volkswagen. Pero hay algo que perturba el, por otro lado, armónico comportamiento del Serie 1: las peculiaridades de la dirección. Cuando se conduce lentamente, es extrañamente rígido, y solo vuelve a sentirse más equilibrado cuando vas rápido por autopista. En el Golf, la dirección responde de forma más lineal, se siente más natural

Conclusión

El BMW pierde muchos puntos por un precio excesivo: nuestra unidad de prueba supera con holgura los 40.000 euros, mientras que nuestro Golf 1.5 eTSI se queda muy por debajo de esa cifra. 

2º puesto BMW 118i. Esprintar un poco más rápido, tener un manejo más fácil del interior y unos acabados mejores no compensa su pérdida de puntos en precio, suavidad y dirección. 

1er puesto: VW Golf 1.5 eTSI. El chasis y la dirección están más equilibrados. Mejorable el manejo del infoentretenimiento.