Comparativa del Mazda 3 vs Peugeot 308: bellezas con carácter

Dos compactos que solo comparten segmento, porque tienen personalidades (y encantos) muy diferenciadas. Pero la pregunta es, ¿cuál de los dos se pone finalmente por delante? Respondemos en esta comparativa del Peugeot 308 PureTech 130 contra el Mazda 3 e-Skyactiv G 2.0 M Hybrid.

La mala noticia: con alrededor de 4,40 metros, estos compactos ya no son realmente compactos. Lo bueno: el Mazda y el Peugeot están magníficamente diseñados, sin duda entre los modelos más bellos de su categoría. 

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Diseño del 308

El i-Cockpit de Peugeot sobre es ya una singularidad establecida en el  308 desde hace tiempo, con amantes y detractores. Sin embargo, los conductores de más de 1,90 metros se quejan del contacto de las piernas con el volante. 

Aunque tiene un head-up display, no soluciona del todo el hecho de que las pantallas del cockpit son bastante pequeñas. La dirección parece algo nerviosa, aunque con  2¾ vueltas de tope a tope no es más directa que la del Mazda.

El infoentretenimiento con pantalla táctil es sin duda moderno (Apple CarPlay/Android Auto inalámbrico), pero requiere conocimientos previos. El reconocimiento de voz se despierta con "¡Okey, Peugeot!", y las teclas de acceso directo se pueden asignar libremente si presionas durante más tiempo.

El sistema de voz debe afinarse todavía más, porque solo comprende comandos preformulados como "¡Llévame a la próxima gasolinera!. Algunos nombres de ciudades y pueblos tampoco los pilla bien. 

Motor y comportamiento

Sobre baches cortos y adoquines, el 308 tiene una respuesta algo seca, pero en general, absorbe bien las irregularidades de la carretera, como cabría esperar de un coche francés. 

El tres cilindros gruñe en frío y al acelerar, pero trabaja casi en silencio en carretera gracias a la larga desmultiplicación de la transmisión y al buen aislamiento.

Diseño del Mazda

El Mazda viene con un acabado sólido, está casi completamente libre de plástico duro en el interior y, por otro lado, ofrece una experiencia de automóvil clásico, y la dirección se siente más natural, más orgánica. 

El infoentretenimiento de Mazda es menos avanzado (Apple CarPlay por cable), pero es rápido de usar y se puede operar a ciegas mediante un botón giratorio. Por eso le perdonamos que la entrada de destino lleve mucho tiempo usando un círculo de letras.  El Peugeot supera los buenos asientos del Mazda con otros aún mejores. 

Motor y comportamiento

Un bloque de gasolina atmosférico con una gran cilindrada, acoplado a una suave transmisión manual de seis velocidades con un recorrido de cambio corto, crean un matrimonio excepcional. 

Es cierto que no sucede mucho por debajo de las 3.000 rpm, pero al adelantar a un camión, puedes reducir dos marchas sin inmutarte, y no le harás ascos, porque manejar esta palanca de recorridos cortos y exactos es un auténtico placer. 

La suspensión de recorrido algo corto filtra bien al principio, pero si los baches persisten la zaga tiende a ser algo rebotona. detiene nuestro estruendo al principio, solo para levantar repentinamente la parte trasera si nos excedemos. Con el ESP desactivado, por cierto, puedes jugar un poco con la trasera, pero siempre es manejable. 

Conclusión

En la clase compacta aún se fabrican coches asombrosamente emocionales y expresivos y hermosamente idiosincrásicos como estos dos. El Peugeot atrae a los fanáticos de las pantallas táctiles y la conectividad inalámbrica; el Mazda, por otro lado, será amado por aquellos que reaccionan molestos a los "teléfonos inteligentes sobre ruedas". Al final gana el japonés por muy pocos puntos, sus menores costes le dan la victoria final.