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Probamos el nuevo Renault Twizy

AUTOBILD.ES ha podido probar en Francia los primeros prototipos del Renault Twizy, un cuadriciclo eléctrico que ya se fabrica en Valladolid y que pretende ofrecer para la ciudad las ventajas de una moto 'scooter' y la seguridad y el confort de un un coche de reducidas dimensiones. Estará disponible con dos motores diferentes y podría venderse en España a finales de 2011.

La movilidad está cambiando y Renault quiere estar al frente de los nuevos tiempos de cero emisiones con un vehículo al que sus propios diseñadores no definen dentro del segmento de los microcoches, ni de los urbanos ni de los utilitarios. Porque el Renault Twizy es un... Twizy. "No hay nada en el mercado a lo que se pueda comparar, nos asegura en una entrevista el jefe de Producto, Christophe Ambroggi.

El secreto está en que, en realidad, el Twizy está pensado para competir con los cuadriciclos ligeros (de 49 cc con una velocidad máxima de 45 km/h) y convencionales, limitados a 80 km/h. Por eso, se servirá en dos versiones: Twizy 45 (hasta 7 KW de potencia máxima) y Twizy a secas (hasta 15 KW).

Estamos en el circuito de pruebas de Mortefontaine (al norte de Francia) y unos cuantos prototipos montados a mano (más evolucionados que el presentado en el Salón de Ginebra) por el departamento deportivo de la firma, Renault Motorsport, esperan para ser probados. Son modelos preserie, por lo que no hay que exigirles la misma calidad de acabados que los que estén finalmente en el mercado, entre noviembre de 2011 y marzo de 2012. Además, será un coche eléctrico 100% español, porque ya se fabrica en Valladolid, donde también hay una línea de ensamblaje para las baterías.

Puesto de conducción

A simple vista, el pequeño Renault llama la atención por su forma de huevo, sus cuatro ruedas por fuera del chasis, los dos asientos -uno detrás de otro- y porque, como buen eléctrico, apenas hace ruido. En vez de palanca de cambios, dispone de un botón D para la marcha hacia delante y otro R para la marcha atrás. Si pulsas los dos, la transmisión se quedaría en una posición equivalente al punto muerto.

Cuenta con un volante convencional de la marca, intermitentes y... ya. No hay sitio para la calefacción ni el aire acondicionado, "por peso y prestaciones", dicen en la firma. Al parecer, la idea es que no sea necesario perder los engorrosos minutos en supone vestirse y desvestirse que requiere cualquier desplazamiento en moto, por breve que sea. Aquí bastaría con ir a cuerpo o abrigado, en función de la estación del año, como al caminar por la calle, porque no hay que llevar casco ni otra protección de seguridad. Solo, una sujeción doble -algo incómoda-, para la que hay que meter el brazo derecho por un cinturón de seguridad fijo y, luego, ajustarse otro de tres puntos al uso.  

Muy manejable en ciudad

Como puedes ver en las fotos que hay sobre estas líneas, las reducidísimas dimensiones (2,32 x 1,19 x 1,46 m -largo, ancho y alto) hacen que se aparque en cualquier rincón, tanto en línea como atravesado. Sus escasos 450 kg de peso y la potencia arriba mencionada le confieren una buena aceleración como para poder callejear entre el tráfico con eficacia y -por qué no- cierta diversión a la hora de sortear obstáculos.

Esta agilidad -de la que carecen algunos vehículos eléctricos urbanos- se debe en parte a que no dispone de dirección asistida, lo que se puede convertir en un arma de doble filo en parado y al estacionar, sobre todo, para conductores con poca fuerza en los brazos o acostumbrados a la suavidad de cualquier utilitario actual. Tampoco cuenta con ABS ni como opción, algo que no le hace falta en ciudad, pero que se echa de menos en cuanto uno se aventura a salir de ella. 

Buenas prestaciones en carretera  

Con el Twizy convencional de la prueba (no el Twizy 45), las sensaciones a más velocidad -lo pudimos poner a 82 km/h- son más propias de una scooter que de un coche. El parabrisas protege bien, pero el viento se cuela por los laterales. La carretera no es su medio natural, aunque hay que reconocer que en tramos virados tiene aplomo y una buena estabilidad, a la que también contribuye una suspensión bastante rígida con desarrollos cortos.

Lo malo es que, como no tiene puertas -solo se sirven como opción- y los asientos recogen poco -la marca promete que serán más envolventes en el modelo definitivo-, la sensación de ir demasiado expuesto al tráfico aumenta (sobre todo, para quienes no estén acostumbrados a circular en moto).

Autonomía escasa, pero ¿suficiente?

Al final del trayecto, toca levantar la tapa del frontal y conecta el enchufe a la red convencional. Se estima un tiempo de recarga de entre tres y cuatro horas para cubrir hasta 100 km, en función siempre del tipo de conducción que se practique. Si es cierto que, como dicen las estadísticas, para ir y volver del trabajo no se requieren más de 40 km diarios por término medio, quizás no sea tan poco...

Se espera que el Renault Twizy Z.E. (siglas que en inglés significan Cero Emisiones) esté a la venta en Francia antes de Navidad y antes de marzo de 2012 en España, si bien, la firma pretende adelantar la llegada a los concesionarios españoles a noviembre de este año. El precio estimado rondaría los 6.900 euros, pero dependería de las ayudas fiscales que aplicara el Gobierno de cada país. Las baterías, supondrán 45 euros al mes en concepto de alquiler.

Fotos: AUTOBILD.ES y fabricante 

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