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Land Rover Big Foot: la bestia de Land Rover

Juan Antonio Corrales

Este 'Big Foot' no proviene de los bosques de Norteamérica, como cuenta la leyenda, se trata de una preparación del Land Rover Defender de la división Special Vehicles que la marca inglesa posee en Solihull, Inglaterra

Si eres de los que no se creen las historias de bestias salvajes, es porque todavía no has conocido al Big Foot. Y no me refiero al monstruo que habita en las profundidades de los bosques, sino a uno que está hecho de acero, se alimenta de combustible diésel y calza unas ruedas Dick Cepek Mud Country de 38". El padre de semejante criatura es el departamento Special Vehicles de Land Rover. El lugar de descanso de este engendro en España se encuentra en el circuito de Les Comes, en Lleida.

Y la verdad es que impresiona cuando entras en las instalaciones y el Land Rover Big Foot se dirige a ti lentamente, pero con paso firme. Tan firme como le proporcionan unos neumáticos que, en condiciones extremas, con arena o nieve, pueden desinflarse hasta una presión de tan sólo 0,2 bares. Para mover estas ruedas de tamaño XXL se han reforzado las barras de dirección. Los amortiguadores también son más gruesos y firmes.

Incluso las relaciones del cambio, ya de por sí cortas en el Defender de calle, se han acortado todavía más. Pero como este Defender es un superdotado del 4x4, no contento con la reductora que posee, también monta una superreductora, que se acciona con una palanca situada en la campana del embrague. Si activo y engrano la primera velocidad, ya puedo acelerar el coche, que el movimiento es casi imperceptible. Eso sí, la fuerza con la que tira bien podría sacar a cualquier todoterreno de la sima más profunda. Un bloqueo del diferencial delantero y otro trasero hacen de que las ruedas patinen lo menos posible.

Y si la visión de un Big Foot emergiendo del bosque seguro que te impresionaría, tampoco te dejaría indiferente la aparición de este 4x4 en medio de una ventisca de nieve con todas su batería de luces encendida.

Con todo este arsenal a tu disposición, la conducción offroad se torna un mero ejercicio de observación, ya que el coche supera los obstáculos prácticamente solo. El único inconveniente de esta bestia es la anchura que tienen sus pasos de ruedas, que pueden hacer que te atasques en algún camino estrecho. Hablar de su comportamiento en carretera se me antoja una frivolidad. Tan sólo un consejo: no intentes girar la dirección con el coche parado. Puedes tardar algunos meses en recuperar el aliento.

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