3 cosas que he aprendido de la venta de coches eléctricos en China y que Europa tendrá que adaptar

En un reciente viaje a China, concretamente a la gran ciudad tecnológica de Shenzhen, si hubo algo que me llamó especialmente la atención por encima de todo ha sido la gran cantidad de coches eléctricos que circulan por la ciudad.

Viniendo de Europa, fue abrumador encontrarse la enorme apuesta por el coche eléctrico. Existen tantas marcas y modelos de coches eléctricos en China que es bastante difícil encontrar un coche de gasolina por sus calles y los que encuentras o son antiguos o son de alta gama que no están electrificados.

No es una noticia nueva. China se ha adelantado a todos los países con un ecosistema y competencia en el coche eléctrico que es prácticamente imposible de repetir en otros mercados. Estamos hablando de un país tan grande y con tantas personas que existe mercado para todos.

Pero el mercado chino del coche eléctrico es mucho más complejo de lo que puede parecer y, por lo menos, para mí que he pasado una semana observando la cantidad de marcas y la forma que tienen de venderlos y sus hábitos de uso, me ha quedado claro que hay cosas que Europa podría empezar a copiar, porque esto es lo que nos vamos a encontrar tarde o temprano.

Cómo China está apostando por el coche eléctrico a base de cuotas

Según fuentes oficiales, en 2021 China ya contaba con 287 millones de automóviles registrados. Las grandes ciudades, categorizadas como "nivel 1" por su importancia económica, política o industrial, están apostando muy fuerte para que los ciudadanos cambien de coche a uno eléctrico para mejorar los niveles de contaminación, pese a que al mismo tiempo en China se siguen levantando centrales eléctricas de carbón.

La solución salomónica de algunas ciudades, como Pekín o Shenzhen, es crear un sistema de cuotas de matriculaciones.

Existe un número limitado de matriculaciones para coches de gasolina (matrícula azul) que, dependiendo de la demanda, puede convertirse en esperas de meses o incluso años, aunque esto era más propio de hace varios años antes de la explosión de los fabricantes de EV.

En cambio, conseguir una matriculación de un coche eléctrico o enchufable es instantáneo (matrícula verde). Es evidente que si necesitas un coche para ir a trabajar, apostarás por un eléctrico porque en estas grandes ciudades, aunque con buenos sistemas de transporte público, se puede tardar más de una hora y media en ir de un punto a otro.

Cómo solucionan las grandes ciudades chinas el problema de la carga de los coches eléctricos

De acuerdo, se dan licencias a coches eléctricos sin problema, pero esos coches habrá que cargarlos. En España esto es ahora mismo un problema. No existe una gran red de puntos de recarga que de servicio a los vehículos que ya circulan por España y si de verdad se quiere apostar por el EV, se necesita duplicar o triplicar los puntos de carga.

China ha encontrado la solución de una forma única y que es difícil, pero no imposible, de replicar en Europa.

En concreto, en Shenzhen, un residente local me comentó que todos los edificios de viviendas tienen dos o tres pisos de aparcamientos para los vecinos con puntos de carga para coches eléctricos. Esto hace que recargar la batería del coche sea tan sencillo como que cada dos o tres días dejarlo cargando por la noche en tu edificio.

¿Cómo lo hacen posible? Primero por la apuesta de los gobiernos locales para reconvertir el parqué de vehículos a eléctrico, pero también porque la mayoría de los altísimos edificios de viviendas no tienen más de 10 o 15 años. Es una ciudad tan nueva, que entre dos rascacielos se está construyendo uno nuevo.

Me fue sorprendentemente difícil encontrar puntos de carga en la calle y el único que pude ver fue una serie de supercargadores de Tesla en uno de sus talleres.

Comprar un coche eléctrico en China se parece más a comprar un móvil que un coche

No pude encontrar concesionarios, por lo menos no como los conocemos en España. Esa gran nave donde puedes ir y ver varios coches según tus necesidades, incluso polígonos industriales centrados en la venta de coches, no existe como fórmula de venta por varios motivos.

Primero, los fabricantes no tienen tantos modelos como para llenar una gran superficie. Segundo, comprar un coche eléctrico se está centrando más en las capacidades tecnológicas que en detalles como en materiales o colores de carrocería, aunque evidentemente existe la opción de personalizar el coche.

En cambio, donde se venden coches es en los centros comerciales y en las grandes avenidas comerciales de Shenzhen. Para shock de muchos y como ejemplo práctico, en uno de los centros que visité me encontré no una, sino tres tiendas pegadas en la planta baja: Tesla, IM Motors (智己) y Li Xiang (理想). No muy lejos, otra tienda, de la marca Zeekr (极氪).

Aunque en Europa hemos visto algún intento de instalar un pequeño concesionario en centros comerciales, muchas de estas tiendas pop-up cerraron.

Xpeng es posiblemente la marca más prominente en el mercado chino, con tiendas en prácticamente todos los centros comerciales de lujo y en los bajos de grandes rascacielos donde, como curiosidad, tienen un cuadróptero capaz de transportar dos personas.

Aito, la marca de coches eléctricos en la que participa la gigante tecnológica Huawei, incluso ofrece demostraciones de varios modelos en su flamante tienda en el centro comercial MixC World.