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Citroën DS Tiburón: el último rey de Francia

Citroën DS Tiburón: el último rey de Francia

Fran Rico

Ni es italiano, ni guarda acento ‘british’… Es muy probable que el icono de la elegancia por excelencia venga de Francia y lleve DS por apellido. El Citroën DS fue creado en 1955 y supuso una revolución tanto en estética como en tecnología. El Tiburón sigue siendo junto al Traction Avant y al 2 CV las señas de identidad de la firma de París.

El coche más bello del mundo no siempre es un Ferrari, un Jaguar o un Hispano-Suiza. Ni más ni menos, el Citroën DS Tiburón fue nombrado el coche más bonito de la historia por la revista 'Classic & Sportcars', después de realizar una encuesta entre carroceros de gran prestigio como Giugiaro, Fioravati, Axe o Callum. Quitó la primera plaza al Jaguar XK120 y al Ferrari 278 GTB… ¿Te sigues preguntando por qué?

Citroën DS Tiburón: el último rey de Francia

El Citroën DS guarda un cierto toque italiano al ser diseñado por Flaminio Bertoni. Cerca de 20 años tardó la fábrica gala en desarrollar el que quizá, junto al Citroën 2 CV, y al Traction Avant, sea la obra maestra de la marca. Fue presentado en el Salón de París de 1955 donde levantó una gran expectación. Tanto es así, que en menos de una hora ya tenía 743 pedidos; y al finalizar la primera jornada de la feria, Citroën se frotaba las manos con… ¡Tachán!, 12.000 encargos. A pesar del primer ‘boom’, la decadencia de la Segunda Guerra Mundial llevó a la firma a lanzar en 1957 una versión económica del DS Tiburón llamada Citroën ID.

Espero borrar tus dudas respecto a la belleza del DS, que proviene del frances ‘déesse’, es decir, ‘diosa’ en francés. Pero si quieres más datos, también consiguió la tercera posición en el concurso Auto del Siglo que proclamó al Ford T como el coche por excelencia del siglo XX; o el quinto puesto entre los 100 coches más ‘cool’ según la publicación francesa 'Automobile Magazine'.

Citroën DS Tiburón: el último rey de Francia


Citroën sacó a la calle el DS 19 -con un motor delantero de 1.900 cc- pasando por el DS 20, el potente DS 21 I.E que salió en 1969 y que supuso el primer coche con inyección electrónica (fabricada por Bosch), hasta llegar al DS 23 I.E. En total, 1.500.000 modelos vendidos desde 1955 hasta 1975, cuando el fabricante de París decidió no renovarlo más y dejar paso al Citroën CX.

Pero el Citroën DS Tiburón no es solo síntoma de belleza, elegancia o aerodinámica, que por esto último fue criticado en el sector; se decía que perdía estabilidad. ¡Pobres ilusos! -pensaría el ingeniero Walter Becchia- cuando vieran la suspensión hidráulica sin muelles que tenía preparada. Como podrás observar en este vídeo, era un sistema hidráulico con corrector de altura. Por lo que se presentaba una excelente alternativa de berlina, y más aún si tienes en cuenta la versión familiar que incluía dos asientos en el maletero enfrentados uno del otro. Pero si fueras un ‘alto ejecutivo’ de los 60, te hubieras decantado por el DS descapotable que diseñó Henri Chapron y que hoy te puede salir por un ojo de la cara.

Citroën DS Tiburón: el último rey de Francia

La revolución técnica que comandó la marca fundada por André Citroën hizo que el Tiburón fuera el primer coche fabricado en serie con frenos de disco. También montaba multitud de sistemas asistidos como el cambio semiautomático sin embrague, la servodirección (aunque ya lo incorporaban algunas compañías estadounidenses) o repartidor automático de la intensidad de frenado y de la altura libre en función de la carga.

Citroën DS Tiburón: el último rey de Francia

Una verdadera lástima que uno de los padres de la criatura, el ya nombrado Walter Becchia, tuviera un límite económico en la fabricación. Porque… ¿te imaginas un DS con motor boxer de seis cilindros? Hubiera aumentado con diferencia la potencia de los cuatro cilindros que en el DS 23 llegaba hasta los 130 caballos. Una pena que la legislación francesa de la época no lo permitiera. Aunque no fue el único impedimento en la fabricación: la marca desechó por falta de presupuesto el techo translúcido de fibra de vidrio que Becchia quería instalar.

Todas las innovaciones técnicas se verían recompensadas en la competición. En los rallyes los DS se defendían con soltura gracias a la suspensión hidráulica. Prueba de ello son las dos victorias en el Rally de Monte Carlo en 1959 y 1966, además de ganar el campeonato de Europa con Paul Coltelloni o un segundo y cuarto puesto en el Raid Safari África Occidental. En cualquier caso, la dureza del Tiburón quedó reflejada en la maratón de la Route de Lieja-Sofía de 1961. La prueba de ida y vuelta contó en la salida con 200 vehículos y tan solo 18 volvieron a la ciudad holandesa, entre ellos cuatro Citroën DS…

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En 1975 el sueño de los DS terminó y la fábrica dio paso al CX… Sin embargo, todavía quedan bastantes en el mercado de segunda mano, pero no despertar del sueño te costará unos 10.000 euros. A no ser que quieras renovarte y esperar al sustituto del Citroën C6... que de algo le viene el nombre.

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