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El bendito día en el que a Renault se le fue la cabeza y creó un Espace con motor V10 de F1

Renault Espace F1

A mediados de los años 90, coincidiendo con el décimo aniversario del Espace, Renault se atrevió a transformar su preciado monovolumen en un Fórmula 1 de 800 CV.

Hoy, las marcas automovilísticas están encorsetadas, debido a las normas anticontaminación y a la excesiva demanda de vehículos tipo SUV. Pero hubo un tiempo en que se atrevían a hacer locuras como esta. Hoy recordamos aquel día en el que a Renault se le fue la cabeza haciendo un Espace con motor V10 de F1.

Y no viene mal hacer este recordatorio coincidiendo con la presentación del Renault Espace 2023, la sexta generación de un modelo que revolucionó el sector en su momento, cuando apareció en 1983, creando el segmento de los monovolúmenes al que luego se sumaron muchas otras marcas.

Hoy, este segmento está de capa caída debido al auge de los SUV, igual que ocurre con las berlinas y los coches familiares. Pero, hasta mediados de los 2000, los monovolúmenes eran muy demandados. Coches concebidos para viajar con absoluta comodidad sin preocuparse por el espacio.

Pero no parece que sea el tipo de vehículo más apropiado para convertirlo en un coche de competición, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos y de 0 a 200 km/h en menos de siete segundos. Unos registros más propios de un monoplaza de Fórmula 1. Y sin embargo, esta locura la protagonizó Renault a mediados de los 90.

 

El bendito día en el que a Renault se le fue la cabeza y creó un Espace con motor V10 de F1

En 1995, la división Motorsport de Renault estaba de celebración, ya que su éxito durante los últimos diez años en la Fórmula 1 había otorgado más de una alegría. Por otro lado, Renault pretendía conmemorar el décimo cumpleaños del Renault Espace, el primer monovolumen comercializado en Europa.

Algún directivo de la marca francesa dio carta blanca a los chicos de Renault Motorsport para que se encargaran de celebrar ambos hitos y el resultado superó todas las expectativas.

El modelo vigente en aquel tiempo era el Espace de segunda generación y pasó por un proceso de “adelgazamiento” exhaustivo. Los técnicos eliminaron todos los elementos prescindibles y utilizaron materiales de fibra de carbono para aligerar más el peso, incluido el chasis. 

Un V10 de 800 CV

Para propulsarlo, recurrieron al motor del monoplaza del equipo de 1993, el Williams-Renault FW15C, es decir, un bloque V10 de 3,5 litros y 40 válvulas que desarrollaba 700 CV. Sin embargo, después de realizar una serie de ajustes, la potencia ascendió hasta los 800 CV.

El bloque motor estaba situado en posición central, lo que permitía un reparto de pesos muy equilibrado y una perfecta estabilidad. El motor estaba ligado a una caja de cambios automática de seis relaciones que transmitía los 800 CV a las ruedas traseras. Con esta configuración, el Renault Espace F1 era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y de 0 a 200 km/h en 6,9 segundos. 

Son unos registros que, en la actualidad, solo pueden alcanzar algunos coches eléctricos ultrapotentes o hiperdeportivos como el Bugatti Chiron. Para detener semejante explosión de energía, la marca francesa instaló unos frenos carbocerámicos y una suspensión reforzada.

En 2002, Renault realizó algunas pruebas en circuito con el Espace F1 donde alcanzó los 312 km/h de velocidad máxima. En el vídeo de arriba puedes verlo y, sobre todo, disfrutar del sonido de su espectacular V10. 

Lamentablemente, hoy es imposible que una marca generalista se atreva a hacer una locura como esta, transformar un monovolumen en un auténtico Fórmula 1. Sólo nos queda recordar un pasado que, en este caso, sí fue mejor.

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