Prueba del Volvo S60 T8 plug-in hybrid

¿Es compatible el consumo mínimo con la diversión máxima? Volvo quiere resolver este conflicto con la variante híbrida enchufable de su gran berlina. Y nosotros ya nos hemos puesto al volante. Esta es la prueba del Volvo S60 T8 plug-in hybrid.

Quien quiera comprar un híbrido con un enchufe, debe hacerse dos preguntas: "Batería llena o vacía?",  "¿corto o largo recorrido?" Si la batería está llena, y rara vez conduces más de 40 ó 50 kilómetros de una vez, podrás aprovecharte de su capacidad eléctrica. Por el contrario, si vas a pisarle todos los días por autovía, consume como el promedio de una berlina diésel de su clase. 

La baja altura del asiento, de solo 520 milímetros lo  demuestra: el Volvo S60 se presenta como una alternativa a los SUV que todo lo invaden. Es una postura de berlina, turando a deportiva, y aún hay muchos conductores que buscan precisamente eso, antes que ir siempre sentados en un trono. Una pena que el espacio para la cabeza se merme preocupantemente si pides este Volvo con techo solar, incluido en el paquete que incluye cuero y gran pantalla del navegador. 

Por lo demás, todo nos gusta: los materiales refinados se encuentran con una mano de obra sólida y un espacio más que decente (excepto el pequeño maletero de solo 396 litros, una cifra algo pírrica en un coche de este tamaño. El Volvo es bueno como una alternativa al BMW Serie 3, Mercedes Clase C y Audi A4, y sobre ellos aporta un carácter muy propio, que se traduce en un punto de distinción. 

¿Pero eran necesarias las dos toneladas de peso en vacío que arroja a la báscula? De hecho, uno de los mayores problemas de este Volvo, son sus kilos de más, que  simplemente no los pueden ocultar. Para lograr un comportamiento deportivo de conducción, los suecos tuvieron que ajustar el tarado del chasis de la berlina al máximo. Algo más firme de lo esperado (y eso a pesar de las relativamente pequeñas ruedas de 18 pulgadas), aunque con una respuesta general equilibrada y una dirección suave. 

Cuando la batería está llena, el T8 funciona muy bien: de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, de 60 a 100 en 2,8, y 250 km de velocidad máxima. Pero ojo porque para la primavera de 2020, todos los Volvo estarán limitados a 180 km/h. El T8 parte de en torno a los 60.000 euros, pero nuestro coche de prueba, con todo su equipamiento, superaba los 70.000 con holgura. Y luego está el consumo de prueba, el Volvo ha gastado un promedio de 9.1 litros cada 100 kilómetros.

Conclusión

El Volvo es realmente acorde con los tiempos, está equipado con la última tecnología de conducción. Pero los conductores habituales de larga distancia, estarán más satisfechos con un diésel.