Prueba del Toyota Prius Plug-in-Hybrid: más deportivo, con algunos "peros"

Después de un año de ausencia en el mercado europeo, el nuevo Toyota Prius se muestra considerablemente más dinámico con sus formas tipo coupé. Con cinco centímetros menos de altura y longitud, pero solo dos centímetros más ancho que antes, el espacio a lo largo en este Toyota de 4,60 metros de longitud es bastante considerable, pero no tanto para la cabeza: aunque la distancia entre ejes aumenta en cinco centímetros hasta los 2,75 metros, la carrocería baja penaliza el aire sobre la cabeza.

Diseño interior

Al desbloquear la puerta trasera con los elegantes pero poco prácticos botones en el pilar C, debes pasar cuidadosamente bajo el techo. En el interior, la altura libre sobre la cabeza, como ya hemos disco, no es especialmente generosa, ya que estamos sentados sobre el paquete de baterías. 

Los pasajeros traseros se sientan bastante bajos sobre el piso del vehículo, lo cual puede no ser muy cómodo en viajes largos para quienes tienen piernas largas.

Y si piensas que la batería no ocupa espacio en el maletero, te decepcionarás. Toyota menciona solo 284 litros y ni siquiera proporciona una cifra con el respaldo del asiento trasero plegado. Aunque, gracias a la gran puerta trasera, debería ser posible hacer algo al respecto.

En la parte delantera, el pilar A extremadamente inclinado da a los conductores más altos una sensación de espacio bastante reducida. Los asientos, además, son un tanto pequeños y tienen un acolchado insuficiente, sin proporcionar un buen soporte lateral.

Sin embargo, la calidad de construcción y los materiales son impecables; casi todo se siente agradable al tacto y no hay ruidos molestos. La interfaz también ofrece poco motivo de queja, ya que la combinación agradable de pantalla táctil y botones no debería plantear problemas a nadie, y el asistente de voz entiende buen las funciones más importantes.

Aunque puede resultar molesto el display del conductor montado tan elevado, el volante puede ajustarse hacia abajo para tener una vista óptima. Además, la sencilla pantalla gráfica de siete pulgadas no sirve como sustituto de un head-up display, y definitivamente falta una representación del mapa para la navegación.

Motor y comportamiento

Su potencia del sistema de 223 CV proveniente de un motor a gasolina de cuatro cilindros de dos litros y un motor eléctrico le da al Prius un arranque contundente, ya que 7,3 segundos son suficientes para alcanzar los 100 km/h. La punta es de 177 km/h si bien este modelo plug-in hybrid prefiere más el medio gas que el pedal a fondo.

Quienes opten por una conducción más tranquila disfrutarán de poco ruido, una transmisión automática continua relajada y consumos muy bajos. La combinación de motores responde de manera agradablemente directa y espontánea, y el antes molesto efecto goma del CVT es raro aquí y solo ocurre en situaciones extremas.

Una pena que su dirección equilibrada y comunicativa y la suspensión firme pero cómoda se vean empañadas por unos neumáticos ecológicos con poco agarre y distancias de frenado más largas de lo deseado. A pesar de sus aptitudes dinámicas, invita más a una conducción relajada.

Modo eléctrico

El Prius logra 68 kilómetros puramente eléctricos, lo que puede significar ahorros significativos para los viajeros diarios. La pega es que la potencia de carga no supera los 3,3 kW; con eso, la batería de 13,6 kWh tarda alrededor de cuatro horas en cargarse. 

El mantenimiento anual o cada 15.000 kilómetros tampoco contribuye positivamente a los costes. Sin embargo, aquellos que sigan los chequeos de manera diligente serán recompensados con una garantía de hasta 15 años.

Factores para decidir la compra

El Prius sigue siendo una elección para los fans de este modelo, pero en la vida diaria implica algunos compromisos. A su favor, el enfoque de este pionero híbrido ya no está no solo en la economía, sino también en un poco de deportividad, lo cual es de agradecer.