Prueba del Skoda Octavia Combi 2020: un coche, siete sorpresas

Los conductores de automóviles de empresa sueñan con carreteras vacías… y el Skoda Octavia Combi. ¡Con razón! La nueva generación, la cuarta en este caso, llega con tecnología del Volkswagen Golf VIII. Y nosotros ya nos hemos puesto al volante. Esta es la prueba del nuevo Skoda Octavia Combi 2020. 

Skoda utiliza, por tanto, la última tecnología del grupo: el MQB Evo (sistema modular transversal) y el MIB 3 (sistema modular de infoentretenimiento modular). 

Echemos un vistazo al maletero: 640 litros (30 más), mientras que en el Volkswagen Passat Variante son 650. Diez litros de diferencia que no son absolutamente ninguna diferencia. Y en el Octavia ya no necesitas un recipiente de AdBlue. ¡Ahora tiene un cuello de llenado que es compatible con la boquilla AdBlue para camiones! Muy práctico. 

Más sorpresas 

Por ejemplo, el almacenamiento debajo del piso de carga doble para las dos persianas del maletero, como en BMW. Nuestro Octavia Combi 2020 llega con el 2.0 TDI con 150 CV y ​​DSG de siete velocidades. Y con extras como llantas de aluminio de 18 pulgadas, cómodos asientos de cuero ajustables eléctricamente con masaje y ventilación, cámara de visión trasera, sistema de navegación en tiempo real, pintura metalizada, aire acondicionado de tres zonas, calefacción en el volante, y en los asientos delanteros y traseros. Y no va mucho más allá de los 40.000 euros. Suena a mucho, pero es poco si tenemos en cuenta que va equipado hasta los topes. 

El cockpit

Todo está bien pensado: la amplia pantalla táctil no tiene control de volumen, sino un control deslizante en la parte inferior. El resto de los botones están unidos sobre las boquillas de ventilación, por lo que son casi invisibles. También el cambio para los modos de conducción de Eco (para ahorradores) a Sport (para los más dinámicos, y con tarifa plana de combustible). 

Entonces el tarado se vuelve más firme, la dirección más directa, el sonido de escape más presente. Para los adoquines de nuestra ruta por Praga, es mejor configurar el chasis DCC opcional en modo Confort. Al igual que el Golf, el Octavia absorbe todos los baches y sigue siendo un compañero agradable incluso en asfaltos irregulares. 

Y sí, con su distancia entre ejes de 2,69 metros, la sensación de aplomo es excelente. Son cinco centímetros más que en el Golf. Adultos de gran talla van de los más holgados, tanto delante como detrás. Por cierto: en la parte delantera, los asientos con el sello de aprobación AGR (Healthy Back Campaign) tienen un reposapiés extensible, en la parte trasera los dos asientos exteriores tienen una forma agradable.

Al volante del Skoda Octavia Combi 2.0 TDI DSG 

Tras la cancelación de la presentación dinámica del nuevo Skoda Octavia 2020 debido a la pandemia de la covid-19, por fin han llegado a España las primeras unidades. Aunque según nos cuentan desde Skoda España, en el mix de ventas del Octavia cada vez son más los que se decantan por las mecánicas de gasolina, en mi humilde opinión el Skoda Octavia Combi es el carguero familiar ideal, con el que devorar y devorar kilómetros, por lo que en este sentido el motor 2.0 TDI de 150 CV asociado a la transmisión automática de DSG es el complemento perfecto.

He de señalar que el año pasado ya tuve oportunidad de conducir una unidad preserie y camuflada del Skoda Octavia 2020, y ya por aquel entonces me pareció un coche brillante. Lógico que, a pesar de que el mercado y los clientes de la marca checa se decantan cada vez más por los modelos SUV, el Octavia es la joya de la corona y aún sigue acaparando él solito el 25% de las ventas totales. Ahí es nada.

La ruta prevista, de más de 120 km por la sierra de Madrid, se presenta como el terreno perfecto para tomar el pulso al Skoda Octavia. Antes de arrancar miro a mi alrededor: ¡menudo salto de gigante ha pegado el Octavia! Y no solo en cuanto a espacio –es un digno caso de estudio cómo los checos son capaces de sacar tanto de una misma plataforma–, sino también por el diseño del puesto de conducción: moderno, tecnológico, sobrio, elegante... y con una calidad percibida que nada tiene que envidiar a marcas mucho más nobles, incluso dentro del propio consorcio.

Activo el sistema de infotainment para emparejar mi smartphone. Todo resulta directo, rápido gracias lo intuitivo del sistema. En otros coches de la competencia –incluso de marcas premium– hacen complicado lo fácil. ¡En el Octavia da gusto! Primera buena impresión.

Pulso el botón de arranque y selecciono D en la minúscula palanca 'shift-by-wire' (por cable y no por accionamiento mecánico). Es una auténtica delicia, suave, práctica y elegante. Otro punto positivo. 

Inicio la marcha de forma suave, más que nada porque aún tengo el recuerdo de los tirones iniciales de la transmisión DSG. Una vez en marcha, y tras detener el coche y volver a reiniciar la marcha confirmo que ya esos tirones –y esa desagradable forma de salir desbocado al pisar el acelerador– han sido subsanados.

En cuanto el Skoda Octavia 2020 comienza a tomar velocidad, me doy cuenta que el motor TDI resulta más ruidoso –y más petroleta– de lo que yo recordaba de mi primera toma de contacto. Hay que indicar que esa excesiva rumorosidad se produce a más de 120 km/h, a lo que se une haber estado probando coches gasolina y eléctricos en las últimas semanas y se me ha 'sensibilizado' el oído.

Intento compensar activando la música del sistema de infotainment. Quiero probar la función de subir el volumen de forma horizontal y, la verdad, me parece muy ingenioso y modernito, pero requiere su tiempo de aprendizaje y adaptación, y conduciendo no es la mejor receta. Así que prefiero controlar la música a través de los mandos del volante, por cierto, de nuevo cuño y muy elegante.

Comienzan las curvas en la carretera de la sierra de Madrid, así que cambio a modo Sport, para que endurezca la dirección, suspensión y chasis. La dirección es de por sí muy comunicativa, y con el modo Sport se convierte en una gran aliada. 

El Octavia Combi es un pedazo de coche, por dimensiones me refiero, y aunque a priori pudiera parecer un barco, entra y sale en las curvas con soltura, agilidad y firmeza, sin apenas oscilaciones.

Cuando me quiero dar cuenta, llevo casi dos horas conduciendo, enlazando curva con curva, rectas con rectas... Me podría ir ahora a la playa y seguiría disfrutando del Octavia Combi 2020.

Y o mejor llega al verificar el consumo: 5,5 l/100 km, con aire y alegría con el pie derecho. Sí, el motor diésel no es agradable al oído, pero sí para el bolsillo. Cuestión de prioridades...

Conclusión

En Skoda han hecho los deberes, y de qué manera. Los checos han tomado la última tecnología de Volkswagen y han fabricado un familiar ultramoderno, el más grande de la clase compacta. El Octavia es y sigue siendo el familiar para compradores inteligentes. Defintivamente, ¡el Octavia se ha hecho Superb!

VÍDEO: Mira cómo de seguro es el nuevo Octavia: