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Prueba Opel Astra Sports Tourer GSe: la deportividad de hoy en día

Prueba Opel Astra Sports Tourer GSe

Enchufable, simplemente rápido y útil a tope.

En plena fiebre por ‘lo revival’, las marcas se esmeran para recordarte que tienen una gran historia detrás, muchas veces asociada a los deportivos... aunque luego seas incapaz de encontrar una foto en sus páginas web de recursos gráficos de cualquier cosa que no sea 'eco', híbrido o enchufable. El Opel Astra Sports Tourer GSe es una muestra de ellos.

Opel no es ajena a esa tendencia, y ha resucitado las variantes GSe, que allá por los años 70 y 80 significaron mucho. La diferencia principal con lo que muchos recordamos del siglo pasado es que el motor va asociado sí o sí a un sistema PHEV con una batería de 12,4 kWh que, en teoría, da para recorrer 64 km. 

 

En total, tienes 225 CV, lo que suena prometedor, aunque su imagen tan discreta te da una idea de por dónde van los tiros. Con la carrocería familiar, este Opel Astra muestra una imagen un tanto sobria. Es 10 mm más bajo (los amortiguadores los pone Koni) y el chasis se ha recalibrado para ofrecer algo más de agilidad. 

Por ejemplo, la dirección ofrece una mejor respuesta, lo que debería resultar en una experiencia de conducción más ágil y, a la vez, confortable. Un momento: ¿debería? Sí, porque el resultado no es lo que uno espera de un compacto deportivo al uso... aunque sí lo que se podría pedir a un modelo con carrocería familiar. 

Aquí, la manera de ofrecer prestaciones es algo más adecuada al siglo XXI y lo que parece ser que la gente busca hoy en día: nada de suspensiones extraduras, direcciones ultrarrápidas y comportamiento ratonero. 

Con el GSe familiar no vas a disfrutar demasiado en un puerto de montaña, porque el feeling de sus frenos no es el adecuado, su dirección es lenta para lo que debería ser un deportivo, al cambio se le atraganta un uso intensivo y sus 1,7 toneladas no son lo que se dice ideales para cambios de dirección.

Pero sí vas a gozar en autopista, donde ofrece una gran calidad de rodadura, y también en una buena carretera secundaria en buen estado con curvas no demasiado cerradas, donde podrás devorar kilómetros a un ritmo elevado sin enterarte. 

Prueba Opel Astra Sports Tourer GSe

Eso, por no hablar de su manejo en ciudad, donde hace 60 km teóricos en modo eléctrico y disfrutas de una suavidad de marcha acentuada gracias a su buena calidad de rodadura. 

Por lo demás, en su interior te vas a sentir muy cómodo desde el principio: unos asientos sensacionales (certificados por AGR, asociación que vela por la salud de la espalda) y unos materiales aparentes te harán olvidar un poco el sistema de infotainment que tiene que padecer, un mal común a los modelos de Stellantis.

Mi opinión

Como híbrido enchufable con 225 CV, el Astra SportsTourer causa muy buena impresión, especialmente por su elevada calidad de conducción. Es una pena que sólo esté disponible en el caro acabado GSe, que tampoco es que lo pida a gritos...

Valoración

Nota7

Lo mejor

Es algo más bajo que un Astra normal y se nota que ofrece mayor aplomo.

Lo peor

Detrás el espacio no está mal, pero los más altos no irán bien del todo.

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