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Mini Coupé Cooper SD, el más exclusivo

El Mini Coupé Cooper SD se incorpora a la familia Mini, que no para de crecer. Esta versión es la más divertida y deportiva por fuera, pero ¿merece más la pena que un Cooper SD normal?

El Mini Coupé Cooper SD es un coche que siempre gusta o, como mínimo, llama la atención. Consigue girar cabezas a su paso como ninguna otra versión, así que, señores de BMW, podéis estar tranquilos: os habéis ganado a la clientela. Vuestro biplaza no deja indiferente a nadie. El Mini Coupé es especial en todo, no solo en su estética. Para empezar, el hecho de ofrecer solo dos asientos tiene una parte 
positiva y otra que no lo es tanto. La segunda es que, evidentemente, se acabaron los viajes en familia o con los amigos. Aquí solo hay hueco para un elegido/a.

La parte buena es que esas dos plazas que no existen dan paso a un maletero que te deja con la boca abierta. Sí, parecía imposible, pero existe un modelo al margen del Mini Countryman (comparativa Mini Countryman y Nissan Juke) con una zona de carga digna. Anota en tu lista de 'pros' un puntazo en este apartado. Y junto a esta anotación, no te olvides de escribir que a pesar de esa curiosa forma que adopta el techo (por cierto, aunque tenga toda la pinta, no es descapotable), en el interior solo se pierden dos centímetros de altura para la cabeza. Es decir, que a no ser que midas más de 1,90 metros no debes preocuparte lo más mínimo. Por último, ten por seguro que diversión no te va a faltar los mandos del Mini Coupé Cooper SD

Es tan ágil, ni más ni menos, como un tres puertas. Así que, si entre tus prioridades está el disfrutar mientras conduces, con esta versión acertarás de pleno. Ahora pasa de página en tu cuaderno de notas, que le toca el turno a los 'contras'. A la habitabilidad reducida por la falta de una fila posterior de asientos se une una sensación de agobio que me ha hecho ver este Mini Coupé Cooper SD con otros ojos. El problema es que, al ir más bajo el techo y tener una forma diferente, las ventanillas son más pequeñas, como también lo son el parabrisas (que además tiene mayor inclinación) y la luna trasera. Todo esto reduce la visibilidad y resta sensación de libertad.

Entre un Mini Cooper (prueba Mini Cooper JCW) y un Coupé, mi elección es el primero porque es exactamente igual de divertido, me permite llevar gente detrás y es 1.850 euros más barato. Tengo claro que quien se decante por el Mini Coupé lo hará por puro enamoramiento y no porque tenga argumentos racionales para ello.

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El Mini Coupé Cooper SD se incorpora a la familia Mini, que no para de crecer. Esta versión es la más divertida y deportiva por fuera, pero ¿merece más la pena que

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