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Prueba Jaguar F-Type: ¡Con cuatro también te diviertes!

Prueba Jaguar F-Type
La versión de acceso está a la altura.

Repite conmigo: cuatro cilindros en un deportivo no es una herejía. No en los tiempos que corren ni con la tecnología que existe actualmente. Y para muestra este Jaguar F-Type que sigue apostando por un bloque de cuatro pistones sobrealimentados de los que es capaz de extraer 300 CV. Los más puristas mirarán para otro lado, pero con la ficha de especificaciones en la mano, este felino es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, lo que no está nada mal. Tan malo no será cuando uno de cada dos compradores de este Jaguar elige esta mecánica, y lo hemos comprobado en nuestra prueba del Jaguar F-Type de cuatro cilindros.

Lo bueno es que el F-Type sigue impresionando sea cual sea el motor que esconda bajo el capó. Su estética atrae miradas por donde pasa: el frontal es muy agresivo, con un capó infinito que cae hacia la parte delantera escoltado por dos grandes faros afilados y presidido por una gran parrilla central con el amenazante logo del felino en su interior. Es elegante y atlético por igual, una fórmula que tan bien han sabido pulir los responsables de Jaguar a través de los años. El sabor británico que destilan sus líneas es indiscutible...

En la trasera tampoco hay estridencias: nada de alerones ni elementos que enturbien la fluidez de la caída del techo sobre los pilotos. La salida de escape en el centro te pone en la pista de inmediato, ya que los cuatro escapes son exclusivos del motor de ocho cilindros en V.

Me cuelo dentro. Todo aquí dentro me suena. Jaguar no ha actualizado mucho de este interior que, a pesar de sus años, sigue destacando por su calidad de materiales y ajustes. Tantos años después de su lanzamiento, reconozco que el interior del Jaguar F-Type ha envejecido bien. No puedo decir lo mismo del sistema de infoentretenimiento, que, aunque es ahora más intuitivo, se le ve muy veterano. Pero, en general, todo se ve y se nota sólido, y no vas a escuchar ni un solo crujido en tus viajes. No sobra el espacio, seamos sinceros, pero sus asientos premium de ajustes eléctricos son tan cómodos que rápidamente te olvidas de la poca amplitud del habitáculo (la visibilidad tampoco es su fuerte).

Llega el momento de dar vida al bloque más pequeño que ha entrado en un Jaguar F-Type. Pulso el botón y el sonido que llega a mis oídos me arranca una pequeña (y leve) sonrisa. Los ingenieros de la marca han trabajado duro para tener un ronquido excitante y poco discreto a pesar de ofrecer un bloque tan modesto. Para que tu conducción sea lo más agradable posible hay algunos sistemas que te ayudan: cámara 360, frenado de emergencia autónomo, aviso de cambio de carril, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales, límite de velocidad adaptativo, monitorización del estado del conductor... No está a la última, pero tampoco vas a echar grandes cosas en falta.

Prueba Jaguar F-Type

Palanca a la D y acelero sin remilgos. El F-Type se remueve un poco sobre sí mismo antes de empezar a ganar velocidad con una asombrosa facilidad. Para que te hagas una idea, y con respecto al anterior 3.0 V6 de 340 CV es solo es tres décimas más lento en el 0-100 y tiene una desventaja en velocidad punta de 11 km/h. Y a eso súmale el menor consumo y emisiones: parece que la jugada no les ha salido del todo mal a la firma británica (por mucho que no mole nada decir que tu deportivo solo monta un cuatro cilindros).

Le empiezo a buscar las cosquillas a este brit con la certeza de que esos 300 CV tampoco van a ponerme demasiado en apuros. La trasera no se mueve a no ser que la busques de liberadamente y el poder de tracción con esos enormes neumáticos en el eje trasero te invitan a acelerar antes de lo normal a la salida de las curvas. El motor responde con contundencia a las demandas del pie derecho y estira con ganas cuando buscas la línea roja sin que haya un bajón de rendimiento según te acercas a ella. Son solo 300 CV, pero no son nada tímidos. Solo en la zona baja del cuentavueltas vas a notar un pequeño y molesto lag entre que pisas el acelerador y el bloque gana velocidad, pero eso solo pasa cuando circulas por debajo de las 1.800 vueltas. Digamos que le falta un poco de patada inicial, pero lo compensa a partir de las 4.000 rpm con una buena elasticidad final.

Prueba Jaguar F-Type

La caja automática de ocho velocidades Quickshift hace bien su trabajo: en modo auto, y con el programa Dynamic activado, sabe estirar el momento del salto hacia una marcha superior y tampoco funciona mal en las reducciones. Y si buscas un mayor control, las levas te esperan para ser tú quien decida cuando pasar de marcha, aunque no te esperes el comportamiento de un cambio PDK de Porsche. Pero convence, lo mismo que su motor y la puesta a punto del chasis.

Y es que este F-Type, aún con cuatro cilindros, es tan equilibrado como divertido.

Mi opinión

Fuera complejos, el F-Type con este bloque de cuatro cilindros es lo suficientemente rápido como para que te lo pases en grande buscando sus límites. No es tan preciso como un Porsche 911 ni tan intenso como un BMW M4, pero en su precio también está su atractivo.

Valoración

Nota8

En la prueba del Jaguar F-Type de acceso comprobamos que mantiene su carácter deportivo y suma como ventaja un consumo muy razonable.

Lo mejor

Una de las grandes ventajas de este motor: su consumo es muy razonable.

Lo peor

Su sistema de infoentretenimiento no es el último grito del mercado. Le hace falta una actualización para ponerse al día.

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