Prueba: Hyundai i30N Performance. ¡Que tiemblen todos los GTI!

Estamos eufóricos. Cualquier apasionado del motor debería estarlo. Porque nos encontramos ante un coche hecho para el puro disfrute. Sensaciones al máximo, también auditivas. Nos ponemos al volante para contártelo por ciudad, autovía y carretera. Prueba: Hyundai i30N Performance. ¡Que tiemblen todos los GTI!

El Hyundai i30N Performance es el coche más deportivo y poderoso de serie que ha fabricado Hyundai hasta la fecha. Puede que "N" te remita a algo tan anodino como "Normal", pero nada más lejos de la realidad. Es de Nordschleife, el circuito más exigente del mundo. ¿A que ahora te suena mejor? Pues hace honor a su nombre.

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Al volante. Prueba: Hyundai i30N Performance (6 imágenes)

Y precisamente, esa es la letra que encuentro en un botón del volante: el llamado N-Grin Control System sitúa todos los parámetros del coche en posición extrema: la respuesta y el sonido del motor, la entrada del ESP, el diferencial con bloqueo, la dirección e incluso la función del punta tacón. Y en esta variante Performance, todavía más que el Hyundai i30 N que ya había pasado por nuestras manos. 

VÍDEO: El Hyundai i30 N... ¡Dándolo todo en circuito!

¡Arrancamos!

Le doy al botón de encendido. Y me quedo impresionado. ¡Justo así es como debe sonar un deportivo compacto! Pleno, agresivo, cautivador. Y solo estoy al ralentí. Las mariposas del escape son de serie en esta variante Performance, y componen una orquesta para los tímpanos. Por supuesto, ni me planteo encender la radio. No se me ocurre un grupo de rock que suene mejor que este motor.

Salgo del garaje de la redacción, y me interno en el tráfico urbano. Me sorprende lo directa que es su dirección, nada que ver con el tarado burgués del Hyundai i30 normal. Y también la exactitud con la que la palanca recorre las marcas, con recorridos cortos y precisos. El solo manejo del cambio ya es toda una experiencia para los sentidos. 

Tomo una salida hacia la autovía, por fin puedo pisar a fondo... ¡Vaya empuje! Aquí empiezo a percibir lo que esconde este Hyundai bajo el capó: un cuatro cilindros turboalimentado con una fuerza brutal: entrega su potencia máxima de 275 CV bien arriba, nada menos que a 6.000 vueltas, y el par de 353 Nm ya lo tengo todo para mí desde solo 1.450 revoluciones. 

Estoy en el carril izquierdo de una autovía alemana, a estas horas, prácticamente vacía. Toda para mí. La tracción es descomunal: aunque lanza la fuerza al eje delantero, ni rastro de subviraje. El diferencial con bloqueo hace su trabajo realmente bien. El turbo enseguida entra en acción, la línea del horizonte se acerca hacia mí vertiginosamente. Alcanzo los 100 km/h en 6,1 segundos, y en 22,8 ya voy a 200. 

Eso sí: si quieres realizar un viaje acompañado, esta no es tu configuración: porque el ajuste es realmente duro. Mejor ponlo en modo Normal. Y Mr. Hyde se convierte en un apacible Dr. Jekyll. Las mariposas el escape se cierran, los amortiguadores muestran su cara más dulce. Es realmente increíble: este Hyundai i30 N Performance está preparado para pulverizar el crono en circuitos, pero también para viajar con bastante comodidad.

Pero no estamos aquí para eso: tomo una salida a una carretera de montaña, pongo de nuevo al coreano en posición "N", desactivo el ESP. En los cambios fuertes de apoyo la zaga sigue mi ritmo todo el rato, la dirección tiene una respuesta ultrarrápida y enlazar curvas a toda velocidad es un juego de niños. Cuando me espera una recta al final del giro, piso a fondo y el coche sale disparado, ya desde la zona baja del cuentavueltas. 

Conclusión

Estamos realmente sorprendidos. Los ingenieros de Hyundai han echado el resto con este coche. ¿Cómo han conseguido los coreanos concebir un "GTI" tan redondo? Te damos una pista: el encargado de su desarrollo ha sido Albert Biermann. Antes había trabajado para la división M de BMW. ¿Y qué letra viene después de la M? Pues eso.