Prueba: Wolf Racing Mustang GT. Un poco mejor en todo

Por el momento, no existe en Europa un Ford Mustang con más de 421 CV. El que quiera más, no debe renunciar: Walter Wolf, preparador de modelos de Ford desde 1979, aplica al V8 de cinco litros un compresor que eleva el rendimiento a 590 CV y 725 Nm (frente a los 530 de serie). Nosotros os hemos puesto al volante. Prueba: Wolf Racing Mustang GT.

El compresor Roots viene de departamento Performance de Ford USA. El carácter primigenio de este bloque se mantiene: sigue siendo muy espontáneo a cada insinuación sobre el acelerador, y gira como si no hubiera un mañana hasta las 7.000 vueltas. Solo que ahora todo va remarcado por la acción del compresor. Y el empuje es ahora mucho mayor.

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Al volante: Wolf Racing Mustang GT (7 imágenes)

Aunque la tracción se ve ahora sometida a mayor carga, el Wolf Mustang realiza el 0 a 100 km/h cuatro décimas antes que el modelo de serie. Y una vez lanzado, llega a los 200 km/h 3,6 segundos antes. El par máximo entra en la zona alta del cuentavueltas, a 4.800 revoluciones.

Es un coche al que hay que estirar para sacarle la quintaesencia, pero también te permite viajar con cierto relajo si es lo que quieres: su sexta relación, más larga, reduce considerablemente el ruido. Porque si solo recurres a las mariposas de escape con accionamiento a distancia, solo tienes dos posibilidades: "atronador" o "estruendoso". Los tubos de escape son más voluminosos que los de serie lo que, unido a la rebaja de la carrocería le da un aspecto imponente, pero es poco amigo de las rampas de garaje. Los bajos están demasiado expuestos.

Más ágil... ¡Y cómodo!

Lo que nos ha sorprendido: a pesar de la rebaja de altura de 60 milímetros por su chasis helicoidal H&R y sus enormes ruedas de 21 pulgadas, el confort de suspensiones es inesperadamente elevado. Y el comportamiento, incluso más refinado que en modelo de serie. Pero ojo: tiene menos recorrido de suspensión, de modo que el margen es menor, y si circulas rápido por carreteras en mal estado puedes llegar a notar cómo golpean los topes.

En cuanto al dinamismo, no se ve perjudicado por su tarado confortable: es un deportivo muy ágil en carreteras de curvas, en gran parte gracias a su precisa dirección y sus potentes frenos. Porque si lo que quieres es diversión y devorar curvas, este Mustang también te lo da con creces.