Prueba del Fiat 500X Sport. Una pequeña máquina de diversión

Fiat amplía la gama de su pequeño SUV con una versión deportiva. No es precisamente un coche de carreras, pero sin duda es muy divertido al volante. Te contamos cuánto en esta prueba del Fiat 500X Sport. 

Además de algunas modificaciones menores en el exterior, los ingenieros italianos se han dedicado sobre todo a los ajustes bajo la chapa. La dirección ha sido rediseñada para que sea más directa y precisa, el chasis se rebajado en 13 milímetros y ahora tiene un tarado más deportivo. Y tenemos que decir algo en favor de los ingenieros de la marca italiana: todos estos cambios se notan claramente cuando conduces el Fiat 500X Sport.

El volante, de buen tacto y tamaño, es ahora perfecto para negociar curvas rápidamente por las que el coche pasa como si fuera sobre raíles, y la suspensión, aunque sigue siendo cómoda, se nota mucho más firme y contiene muy bien los balanceos del conjunto en trazados sinuosos. Esto, una vez más, dice mucho en favor de los ingenieros que le han metido mano a este 500X. La transmisión automática de doble embrague es más civilizada, porque las inserciones son sorprendentemente suaves, y para los puristas, también se puede controlar manualmente a través de dos levas en el volante, que encaja muy bien con el nombre “Sport” de esta variante. Lo que molesta un poco una impresión de conducción general tan positiva son los pequeños segundos que tarda en decidirse en reaccionar cada vez que pisas a fondo con el pie derecho para hacer ‘kick down’.

El motor de nuestra unidad de pruebas es el cuatro cilindros turbo de 1,3 litros que proporciona 150 CV y 270 Nm de par máximo, y va bastante bien con el carácter del coche. En 9,1 segundos, el 500X Sport se pone a 100 km/h desde parado, y alcanza la cima de los 200 km/h sin problemas. El consumo, según anuncian desde la marca, debería ser de un promedio de 5,7 litros cada 100 kilómetros. Hasta que no midamos por nosotros mismos, no pondremos la mano en el fuego, pero aun con el previsible superávit, tiene margen para seguir siendo un coche poco gastón, si tenemos en cuenta sus prestaciones y su talante deportivo. 

Y por dentro… 

… el Fiat 500X Sport causa una buena impresión. Los asientos deportivos son cómodos y aseguran un buen soporte lateral. Al menos en la primera fila, el espacio es suficiente, y los asientos se pueden mover lo suficiente como para que los pasajeros más grandes quieran volver a viajar contigo. El cockpit, sin embargo, es poco claro, y el salpicadero va sobrecargado de botones. Y el navegador, que por cierto, es muy preciso, se merecía desde luego una pantalla más grande.