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Prueba: BMW M5 Competition. Un M5 (muy) vitaminado

Prueba: BMW M5 Competition

Un chasis modificado, siete milímetros más bajo, llantas más ligeras, más caída en el eje delantero, potencia incrementada de 600 a 625 CV... Eso por comentar solo algunas de las cosas que logran que el BMW M5 Competition tenga un enfoque aún más deportivo que el BMW M5, que ya es decir. Lo hemos constatado al volante. Prueba: BMW M5 Competition. Un M5 (muy) vitaminado.

Presiono el botón de arranque y los 625 CV mascullan algo por las mariposas de escape especialmente desarrolladas para el Competition. El circuito de Ascari, con sus 16 curvas, es el hábitat perfecto para esta berlina, por mucho que pese 1.865 kilos. El cambio M Steptronic de ocho velocidades inserta las marchas a una velocidad fulminante.

En el modo M1, con la tracción integral, el conductor enseguida le toma confianza a este BMW. Para ponerse a prueba, deberá optar por el modo M2, sin DSC ni otras ayudas a la conducción. A pesar de su dirección extremadamente precisa, aquí toca sudar para domar los 625 CV cuando tiran violentamente del eje trasero.

En cada recta llega al apogeo, y se notan entonces, especialmente, su mayor potencia y su amplio espectro de par motor. Y en las curvas se nota un punto más de vehemencia que en el M5 normal. Es un ímpetu extra que, una vez lo sabes modular, lo convierte en un deportivo realmente eficaz. Todo, acompañado con un sonido que tiene más 'punch' en todo momento que el del M5 normal.

Al salir a carretera, llega la sorpresa. En modo Confort, tiene un rodar realmente fluido a pesar de llevar un chasis endurecido, y a pesar de su enfoque claramente deportivo, permite realizar viajes con comodidad.

Pero si aun así quieres alguna dosis de adrenalina, sin necesidad de trasgredir ninguna velocidad legal, basta con darle a un botón de la consola central, que abre las mariposas del escape. Entonces pasa de ser un coche relativamente silencios a, cuando pisas el acelerador, ponerte los pelos de punta con un rugido deliciosamente estremecedor.

Otros detalles

Prueba: BMW M5 Competition
BMW Group

Es realmente sorprendente lo pronto que BMW ha lanzado la variante Competition de su M5. Como hemos dicho, el par motor máximo de 750 Nm permanece invariable, pero ahora se aprovechable en una gama mayor de revoluciones (aquí hasta las 5.800 rpm). El extra potencia le permite al M5 Competition pasar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, una décima antes que el M5 normal.

Ópticamente se reconoce por el marco de los riñones de la parrilla, las rejillas de las branquias M y, en la zaga, los embellecedores del paragolpes, así como las salidas de escape específicas. Las carcasas de los espejos retrovisores son negras, y en la tapa del maletero luce el exclusivo emblema M Competition.

Al tope de gama le corresponden una llantas de 20 pulgadas específicas. El chasis se ha endurecido, con lo que el coche gana un 10% de rigidez. En el interior encuentras las franjas M en los cinturones de seguridad y en los reposacabezas, y las alfombrillas llevan un reborde especial. En definitiva: un M5, con infinidad de detalles que acentúan todavía más su lado "M".

Y ya que hemos llegado hasta aquí... ¿Quieres saber cuál es tu coche ideal?

Valoración

Nota9

En esta prueba del BMW M5 Competition lo conducimos por circuito y carretera, y constatamos que es aún más deportivo que el M5 normal, y a la vez, cómodo.

Lo mejor

Comportamiento en circuito y carretera, motor, cambio, dirección.

Lo peor

Consumo y precio. Al alcance de solo unos pocos, por desgracia.

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