Prueba del Audi Q5 45 TFSI quattro: motor pequeño, pero matón

Nos hemos puesto al volante del Audi Q5 45 TFSI quattro, un SUV que no va sobrado de motor... Pero cualquiera lo diría una vez que enfilas el carril izquierdo de una Autobahn alemana... 

Diseño

El actual Audi Q5 es un excelente ejemplo de búsqueda perfección. Bueno, eso es lo que buscan muchos fabricantes, pero Audi suele estar muy por delante en estas lides…. aunque esto a veces puede mermar su exclusividad, o más bien eso que llamamos "alma" al referirnos a la singularidad de un coche.

Esto es particularmente evidente en el Q5: las dimensiones no son demasiado grandes para no parecer difíciles de manejar.  Y este SUV tampoco demasiado pequeño para no decepcionar por falta de espacio en la vida cotidiana. El aspecto no demasiado agresivo para no ser etiquetado como un coche llamativo. 

El funcionamiento no es demasiado complicado para ser aceptado por todas las generaciones al volante. Sí, el Q5 obviamente quiere complacer a todos. ¿Significa esto es que es aburrido?

Eso depende del punto de vista individual. Cualquiera que quiera un automóvil que determine su vida como un estimulante y acelerador del ritmo cardíaco se equivoca aquí, al menos con una de las versiones básicas de cuatro cilindros, el de la prueba con el gasolina turbo de dos litros llamado 45 TFSI.

Pero muchos de nosotros simplemente queremos que nuestro automóvil sea confiable y brinde apoyo práctico en la vida cotidiana. Y dan en el clavo con un Q5 como este. 

Con una longitud de 4,68 metros y una anchura de 1,89 metros, puede entrar en aparcamientos justos sin pasar mucho estrés. Y hay espacio de sobra para todos: el Q5 tiene aire más que suficiente en todas las direcciones y la friolera de 580 kilogramos de carga útil.

La capacidad de remolque apropiada para su clase de 2,4 toneladas también permite remolques bastante impresionantes en el gancho. Y puedes emprender un largo viaje relajado, porque sabes que el Q5, a pesar del motor de gasolina, tiene una autonomía media de 700 kilómetros, gracias al depósito de 70 litros.

Motor 

Sin embargo, las reservas de rendimiento del motor turbo de gasolina solo deberían utilizarse en raras ocasiones. El impulso turbo de los 370 Nm de par y la potencia de 265 CV lo tientan a uno a pisar el acelerador, pero mejor resistirse a estas mieles: el Q5 45 TFSI se regaló unos amargos 13,6 litros/100 km cuando conducía rápido por la autopista en velocidades de 200 y más en la carretera abierta (por una Autobahn alemana, claro está). 

La facilidad con la que el motor, que en realidad tiene un tamaño de dos litros, empuja al no exactamente pequeño Q5 a tales velocidades es impresionante. Solo por encima de los 210 km/h el respetable empuje hacia adelante disminuye significativamente.

Pero hay alternativas. Conduciendo muy suave y pausadamente, se beneficia del pequeño motor. Cualquiera que se mantenga por debajo de los 110 km/h puede esperar un consumo de combustible de menos de ocho litros cada 100 km. E incluso si no quieres viajar a paso de tortuga, sino conducir con rapidez pero con sensatez, puede arreglárselas con casi exactamente diez litros cada 100 km.

Nuestro consumo de prueba: una media de 9,9 litros/100 km. Por supuesto, esto es más que con uno de los motores diésel que también están disponibles para el Q5. Por otro lado, este motor de gasolina en particular agrada con su funcionamiento casi aterciopelado para un cuatro cilindros.

Comportamiento

En ralentí es prácticamente inaudible y no llega a ser intrusivo ni cuando se conduce rápidamente. Solo con un acelerador a fondo constante, el dos litros de Audi pierde su suavidad y comienza a rugir. 

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El empuje, como decimos, es impresionante… después de un pequeño retraso, debido a la tecnología turbo y la transmisión automática DSG del Grupo VW. Esta caja de cambios no funciona como una automática convencional con convertidor de par en el arranque, sino con un embrague de fricción, aquí en baño de aceite refrigerante. 

Por lo tanto, no es fácil para los desarrolladores encontrar la combinación correcta de velocidad del motor, posición de la válvula de mariposa y punto de deslizamiento del embrague para cada situación de arranque imaginable.

Con todo, este DSG, que se ha utilizado en los modelos más grandes de Audi desde el primer Q5 de 2008, puede considerarse una de las mejores transmisiones de doble embrague. Casi siempre actúa con sensatez y suavidad. Y demuestra ser resistente incluso bajo cargas pesadas. No hubo problemas térmicos ni fallas, incluso después de repetidos intentos de arrancar en pendientes pronunciadas.

Uno podría ser un poco escéptico debido a la tracción total simplificada en el Q5 de cuatro cilindros. A diferencia del Q5 anterior y de los modelos actuales de seis cilindros, este 45 TFSI no tiene tracción en las cuatro ruedas permanente real a través de un costoso diferencial central de corona. En su lugar, Audi prefiere una tracción total semipermanente más rentable a través de un embrague multidisco.

Como resultado, el eje delantero es impulsado principalmente, mientras que las ruedas traseras controladas por ordenador solo están involucradas cuando es necesario a través de este mismo embrague. 

Pero Audi también ha integrado otro embrague en la transmisión, que puede desacoplarse por completo y apagar la transmisión adicional del eje trasero cuando no está en uso. Esto está destinado a ahorrar fricción y, por lo tanto, combustible.

Solo cuando una unidad de control sospecha necesidades de tracción adicionales a través de varios sensores, el tren de tracción trasera, que está en reposo, se lleva a la velocidad correcta, luego se activa y solo entonces el embrague de tracción total le proporciona el par necesaria. Según Audi, lo que parece un proceso bastante largo en la descripción sucede en una fracción de segundo.

Lo sorprendente: tampoco logramos engañar al sistema en ninguna de las pruebas de conducción. Siempre fue tan rápido que nunca hubo un solo caso de patinaje de las ruedas delanteras.

La suspensión es prácticamente el punto dulce entre suavidad y aplomo. Si pides la suspensión neumática opcional, la distancia al suelo se puede variar. Esto permite que el Q5 avance con una agilidad sorprendente sobre caminos llenos de baches o nieve profunda. 

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Aquí también se beneficia del hecho de que Audi ha prescindido de un faldón delantero que “tira” hacia abajo. Esto puede aumentar el consumo de combustible en 0,1 litros/100 km, pero lo hace adecuado para el uso diario porque no tienes que preocuparte tanto por los bordillos y los trozos de hielo en invierno.

Vinculado a la suspensión neumática también hay un ajuste del amortiguador que puede controlar individualmente la comodidad de la suspensión. Si te gusta especialmente cómodo, elige Confort; si te gusta especialmente “apretado”, elige Dynamic; para los indecisos existe la posición automática. 

Cualquiera que sea la configuración que elijas, siempre te beneficiarás del comportamiento cultivado del motor de gasolina de bajas vibraciones. Debido a que Audi también ha entendido cómo mantener bajo el ruido del viento en la carrocería del Q5, el confort acústico es casi como el de un coche de la categoría de lujo.