Prueba Audi RS 6 Avant 2020: un 'pepinaco' válido para todos los días

Prueba del Audi RS6 Avant. Hoy me he levantado de buen rollo. Y eso que la noche no ha sido reparadora en absoluto. Pero estar junto al mar siempre me pone de buen humor. He madrugado, y dicen que Dios ayuda a quien lo hace. Sea como fuere, aunque son las 6.30 de la mañana el sol luce brillante sobre el océano Pacífico, que a su vez lanza una brisa muy agradable. 

Seguro que pensarás, querido lector, que ahora te voy a contar mi experiencia mística haciendo yoga, fusionando mi cuerpo y mi ser. ¡Error! Ahora te voy a contar mi experiencia mística a bordo de un pepino devorando curvas como si huyera del diablo.
Sí, querido lector, porque hay días en que entiendo a Greta Thurnberg y me apetece montarme en una bicicleta y sentir el frescor de la mañana sobre mi piel en perfecta sintonía con el planeta, pero me he levantado de buen rollo y el cuerpo me pide vitamina E –de emoción– y sintonizar algún tema de rock –The Doors o Led Zeppelin– y olvidarme del mundanal ruido. Si no quieres seguir leyendo, dale al play y en este vídeo te cuento mis impresiones a bordo del Audi RS6 Avant 2020.

Enfrente me espera mi compañero para esta expedición: el flamante Audi RS6 Avant. Traje rojo pasión, zapatos de 22'', un morro negro sugerente y una mirada de pocos amigos que parece advertirme "Tonterías, las justas". Bajo esa piel de lobo se esconde un monstruoso V8 biturbo (4.0TFSI) con 600 caballos y un par de 800 Nm. Dicen por ahí que es facilonamente, que se pone a 100 en 3,6 segundos. Esto se pone interesante. Para rebajar un poco los consumos y hacerlo más eficiente en cuanto a emisiones, Audi ha convertido el RS6 Avant en un coche híbrido. Y es que lo ha dotado del sistema Mild-Hybrid (MHEV) basado en un sistema eléctrico principal de 48 voltios, así como con el sistema de desconexión de cilindros 'cylinder on demand' cuatro de los ocho cilindros. Toda ayuda viene bien.

Pulso el botón de arranque y el Audi RS6 Avant ruge como un león al que acaban de despertar. Vamos a ver de qué humor se ha levantado el amigo RS6...

Para desperezarse, qué mejor que recorrerse una divertida carretera de montaña. Me comentan que desde allí arriba, en Lois Ewen Overlook, una de las cumbres de las colinas que hay detrás de Malibú (California), a unos 900 metros de altura, hay unas vistas espectaculares. Allá que vamos.

Iniciar la marcha con un pepino de estas características no es fácil. Y no lo es porque está bien aislado y acelera como una exhalación, que a poco que pises el acelerador, el RS6 Avant te alcanza los 100 km/h... y en lontananza creo a ver visto a una patrulla de carreteras. ¡Ay, madre!

Suspensión neumática del Audi RS6 Avant 2020

Hay que destacar que el Audi RS6 Avant está disponible también con la suspensión neumática adaptativa RS con control de amortiguación y que cuenta con ajustes específicos para el RS y, por primera vez, permite alcanzar una velocidad máxima de hasta 305 km/h cuando se equipa el paquete dinámico plus. La suspensión RS Sport con el sistema Dynamic Ride Control (DRC) es una opción que aporta incluso aún más dinamismo al RS6 Avant. Funciona con muelles de acero y amortiguadores ajustables de tres vías que contrarrestan de forma instantánea los movimientos de la carrocería, sin necesidad de utilizar sistemas electrónicos. En su posición normal, en los modos “auto”, “comfort” y “efficiency”, la carrocería del nuevo Audi RS6 Avant está 20 mm más baja que en un A6 Avant con suspensión de serie. 

Tras un par de kilómetros la autovía de la costa me desvío hacia la ruta de montaña. Comienzo suave, con la idea de ir tomando confianza. Pero el Audi RS6 Avant 2020 es facilón y hace sencillo lo complicado. Sobre todo al empezar a negociar las curvas. Y es que gracias a su sistema de ruedas direccionales traseras, la entrada y la salida de las curvas se convierte en un juego de niños.

Tras una cuantas curvas, detengo el coche. Delante de mí se presenta una imagen de esas que te hacen sentir minúsculo: estoy por encima de las nubes. Tengo que bajarme del coche y disfrutarlo. 

Prueba del Launch Control del Audi RS6 Avant 2020

De regreso al Audi RS6 Avant, veo que tengo por delante una recta larga. Mi yo curioso me incita a que pruebe el launch control. Para ello tengo que seleccionar en el Audi Drive Select el modo RS2 –tanto con este como con el RS1 permiten al conductor ajustar y guardar la configuración en cuanto a dureza de la suspensión y la dirección, la transición de marchas, el sonido del motor, entre otros parámetros–. Piso el freno con el pie izquierdo, el acelerador con el derecho y espero un par de segundos a que se active el launch control y... pasaporte al cielo. No, no me muero; pero el RS6 Avant sale como un cohete. ¡Guuaaaaaaaauuuuuu!

Tras esta salida, enlazo curva con curva, y cada vez me vengo más arriba, en lo físico y en lo emocional. Y es que los chicos de Audi Sport han hecho un pepino que te hacerte sentirte un gran piloto... aunque no lo seas. Estable, sincero en las reacciones, el RS6 Avant se agarra como una lapa, y empuja como una bestia. Y es el que el RS6 Avant es facilón, y hace sencillo lo complicado. Sobre todo al empezar a negociar las curvas. Y es que gracias a su sistema de ruedas direccionales traseras, la entrada y la salida de las curvas se convierte en un juego de niños.

A ello contribuye –y de qué manera– la caja de cambios tiptronic de ocho velocidades, con transiciones optimizadas entre relaciones y que transmite la potencia del 4.0 TFSI a la tracción total permanente quattro. Las fuerzas de propulsión se distribuyen entre el eje delantero y trasero en una relación de 40:60 a través del diferencial central mecánico. Si una rueda pierde adherencia, automáticamente se envía más par al eje con mejor tracción, hasta un 70% hacia el delantero y un 85% al trasero. No se queda atrás el control de par selectivo para cada rueda, que optimiza la estabilidad ágil y segura. Lo hace frenando ligeramente las ruedas que están en la parte interior de la curva, si tienen una carga reducida, antes de que puedan empezar a deslizar excesivamente.

Además, el diferencial deportivo del Audi RS6 Avant puede distribuir el par entre las ruedas traseras en todas las situaciones de funcionamiento, incluso en retención. Al girar o al acelerar en una curva, el par se dirige principalmente hacia la rueda exterior, con lo que el coche es literalmente inscrito en la trayectoria eliminando incluso el más mínimo indicio de subviraje. En caso de sobreviraje, el diferencial deportivo estabiliza el vehículo desplazando el par a la rueda del interior de la curva.

Y así, sin más, llego a la cumbre. Las vistas son efectivamente espectaculares. De pronto aparece un ciclista, con mucha experiencia en la mochila. Se llama Simon y me cuenta que tiene 78 años y que todas las mañanas sube a esta cumbre. Tiene un aspecto formidable. Mira el coche y me suelta: "Es bonito. Yo he tenido varios Audi y Porsche". No anda cojo el amigo. Se despide. Y de pronto mi buen humor cae en barrena. ¿Por qué? Porque mañana no tendré estas vistas. Y tampoco el Audi RS6 Avant...