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Los 4 consejos de la DGT si estás estresado y tienes que conducir

8 trucos para combatir el estrés al volante

Aunque lo de ponerse al volante es una actividad que requiere de un estado emocional adecuado, lo cierto es que el coche puede ser parte de una vida en tensión, para muchos... o incluso el factor, en sí mismo, que más distorsiona la tranquilidad a otros. Sea como fuere, tengas el coche que tengas, dado que el 20% de los accidentes se relacionan con el estrés y sus síntomas, según Tráfico, aquí van los 4 consejos de la DGT si estás estresado y tienes que conducir

1 Duerme lo suficiente

Parece una recomendación bastante evidente, pero no deja de ser por ello una de las más importantes. Si logras tener un sueño reparador más o menos a diario (no vale con tratar de recuperar los días festivos, porque esto no es algo que se pueda ahorrar o acumular para cuando haga falta), será más fácil que puedas enfrentarte a los retos diarios -sí, también, a conducir- y los gestiones de un modo más eficaz. 

Vídeo: esto captan los drones de vigilancia de la DGT

Por supuesto, la somnolencia está especialmente contraindicado con conducir. Y aunque parezca que el cuerpo avisa, la DGT y otros expertos siempre han señalado esta falacia como especialmente peligrosa: son muchos los metros que se recorren sin control en cuanto la atención disminuye o sufres la más mínima distracción, así que imagina lo que puede suceder si se te cierran los ojos, aunque sea sólo por unos segundos.  

2 Evita alcohol, café, estimulantes y automedicación

En ocasiones, se trata de combatir la falta de descanso a la que hacíamos mención con sustancias como el café, las bebidas energéticas o cualquier otro producto o fármaco que en teoría funciones como estimulante. Esto es un error, dado que el problema de base no se resuelve y, además, puede provocar una falsa y pasajera sensación de bienestar y optimismo para afrontar la conducción con las garantías necesarias.

Por si fuera poco, hay elementos que producen el efecto contrario, como el alcohol o ciertos medicamentos. Pueden provocar sueño y su mezcla entre sí o con otras sustancias a veces acarrean efectos como euforia, malestar, dolor de cabeza, fatiga... que son especialmente peligrosos al volante. 

3 Escucha música a un volumen moderado

La música puede ser una agradable manera de mantenerte despierto y estimulado, y como bien apunta la DGT, es mejor eso a estar escuchando continuamente informaciones preocupantes en la radio -como  las relativas a la pandemia, por ejemplo- o (recordamos nosotros), manteniendo conversaciones tensas o discusiones acaloradas, tanto presenciales como por el sistema 'manos libres' del teléfono. 

Campañas para frenar las distracciones al volante 

Y en efecto, es así, siempre (recordamos nosotros) que no sea especialmente relajante ni, por el contrario, contribuya a crear en el habitáculo situaciones más estresantes (volumen alto -que te impida escuchar las advertencias acústicas de otros conductores así como cualquier anomalía mecánica o procedente del resto de pasajeros-, ruido excesivo a bordo, ritmos demasiados acelerados que provoquen comportamientos eufóricos o que sueltes las manos del volante...). 

4 Bebe agua 

La hidratación es uno de los consejos más habituales y efectivos contra el estrés, el cansancio y los desfallecimientos, y no sólo deberías pensar en ello durante los meses de calor, aunque los riesgos de no beber en los viajes aumenten en esa época del año. Lo más recomendable sigue siendo el agua a una temperatura ambiente o algo más baja, por encima de los refrescos (que también se aconsejan).

No obstante, desde aquí te recordamos que te asegures de que el recipiente está bien sujeto en su hueco portaobjetos o accesorio correspondiente, que no es peligroso en caso de salir despedido por accidente, que su apertura y cierre no requiere demasiado tiempo ni esfuerzo y que, en definitiva, beber en ruta no suponga una nueva actividad de riesgo añadido como pueda ser soltar las dos manos del volante. 

Otras recomendaciones

Además de estos 4 consejos de la DGT si estás estresado y tienes que conducir, las autoridades no dudan en insistir en que si estás manejando un vehículo y sufres un cuadro de estrés moderado o severo -incluso, que desemboque en un ataque de ansiedad o pánico-, con síntomas como falta de aire, palpitaciones, sensación de ahogo y desbordamiento, detengas el coche o la moto en una zona segura lo más rápidamente posible y solicites la ayuda que estimes oportuna.

De hecho, Tráfico recuerda que el estrés provoca también peligros efectos especialmente peligrosos en cada una de sus fases, como son:

  • Alarma. El organismo detecta la demanda y mueve una gran cantidad de energía tanto a nivel físico como mental). 
  • Resistencia. Como todavía no se ha resuelto la situación de estrés, el organismo debe compaginar las demandas del estrés con el resto de funciones vitales). 
  • Agotamiento. Cuando el estrés se alarga en el tiempo, se cae en esta fase, donde se manifiestan con contundencia los problemas de salud). 
  • Agresividad y hostilidad. Somos menos pacientes y más impulsivos y posiblemente tengamos conductas más arriesgadas a manos del volante ya que percibimos menos riesgos.
8 trucos para combatir el estrés al volante
  • 
Menor tolerancia a la frustración. Tendremos mayores problemas de relación y comunicación.

  • Trastornos físicos. En la fase de agotamiento (prosigue la DGT), aparecen trastornos como alteración del sistema circulatorio, de tipo digestivo y del sueño, dolores musculares, debilitación del sistema inhume, fatiga y cansancio... y a nivel cognitivo, alteraciones del estado de ánimo.

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