¿Cómo será el nuevo ciclo WLTP de homologación de consumos?
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Aunque vivas aislado o aislada del resto del planeta, es prácticamente imposible que los escándalos de emisiones que han protagonizado varios fabricantes en los últimos tiempos te hayan pasado desapercibidos. ¿Conoces el nuevo ciclo de homologación WLTP? Se trata de una normativa que entrará en vigor a partir de septiembre de este mismo año con el objetivo de obligar a los constructores a ofrecer unas cifras de consumo y emisiones más realistas y sinceras con respecto a sus clientes potenciales.
VÍDEO: todo lo que tienes que saber sobre el nuevo WLTP
No hace falta que nos lo jures: eres incapaz de acercarte al consumo oficial homologado por la marca de tu amado vehículo ni aunque pongas en práctica todos y cada uno de los consejos para ahorrar combustible que existen en Internet. No sufras, porque no eres un caso aislado: las condiciones en las que las marcas de automóviles certifican el rendimiento de sus motores son tan lejanas de la realidad que resultan inalcanzables en condiciones normales de uso... y eso es precisamente lo que pretende cambiar el nuevo protocolo. Sigue leyendo, que te lo contamos.
¿Qué es el ciclo WLTP?
El ciclo WLTP (cuyas siglas hacen referencia a Worldwide Harmonised Light Vehicle Test Procedure) es la alternativa al actual NEDC empleado por la mayoría de fabricantes, cuyo principal objetivo es el de homogeneizar criterios a la hora de homologar consumos y emisiones en distintas regiones del planeta con el fin de establecer unas referencias más fiables para el usuario final que no estén sujetas a tantas trampas como las actuales. Sí, hemos empleado la palabra trampas en cursiva porque, a pesar de que las especificaciones de los bloques de combustión de las distintas marcas son perfectamente legales y cumplen con la actual normativa, lo cierto es que en algunos casos están pensadas para poder pasar el examen... sin preocuparse demasiado de cómo se comportarán en condiciones reales.
¿Cuál es la diferencia entre el ciclo NEDC y el ciclo WLTP?
La condición fundamental que caracteriza el ciclo WLTP es que se ajustará con mucha mayor fidelidad a un escenario de uso más parecido al que recibe en realidad un motor medio en el mercado. De este modo, el test será más largo (durará 30 minutos en lugar de los 20 actuales con una distancia recorrida de 23,25 km), simulará más situaciones de conducción (hasta cuatro condiciones distintas que incluyen un 52% de uso en ciclo urbano), tendrá una velocidad media superior con una punta algo más alta (46,5 y 131 km/h, respectivamente), empleará distintos puntos de cambio para subir o bajar de marcha (actualmente están prefijados por igual para todos los coches) y también tendrá en cuenta todos los accesorios que el vehículo monte a la hora de homologar su respeto al medio ambiente.
¿Significa lo que acabas de leer que el ciclo NEDC está obsoleto? Pues... sí: apareció por primera vez en la década de 1980 y, teniendo en cuenta lo que han avanzado tanto la tecnología como la experiencia de conducción del ciudadano medio, resulta verdaderamente impreciso en casi todos los casos.
¿Cuándo llegará el ciclo WLTP?
Aunque pueda parecer que ha llegado la hora de que todos los fabricantes empiecen a tirarse de los pelos, lo cierto es que la implantación del WLTP será progresiva: en septiembre de 2017 todos los vehículos nuevos que aterricen en el mercado por primera vez tendrán que atenerse a él; en el mismo mes de 2018 tendrán que hacerlo todos y cada uno de los coches que se vendan en el mercado... y en el mismo plazo de 2019 tendrán que adherirse al nuevo ciclo de homologación de consumos y emisiones todos los automóviles del mercado, salvo algunas excepciones que hayan sido autorizadas para venderse bajo el ciclo NEDC con plazo limitado de existencia.
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Para el año 2020 (que se considera el final de la implantación del nuevo ciclo WLTP de consumos y emisiones) todos los países emplearán esta nueva normativa para regular y establecer las distintas clasificaciones de sus parques móviles patrios, con el objetivo de controlar de un modo más estricto la contaminación procedente de los vehículos de sus habitantes.
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