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Opinión: ¿berlina y diésel, la primera combinación que va a desaparecer del mercado?

Berlinas diésel

Casi, pero no.

Como si de la época de los dinosaurios se tratara, con una roca incandescente cayendo del cielo para acabar con todo, el sector del motor está asistiendo al comienzo de una transición en el que, dentro de unos años, mucho de los tipos de coches a los que estamos acostumbrados estarán extintos. Es inevitable y, en la espera, solo cabe preguntarse, ¿quién será el primero en caer?

Quizá lo más sencillo para afrontar la cuestión sea planteársela desde el ángulo diametralmente opuesto: apuntar los que van a permanecer perennes y, desde ahí, “sacar la tijera”.

Ya sabes quienes te van a dominar

Aunque te intentes engañar. A poco que sigas la industria de la automoción tienes que tener claro que dos características son tendencia en el mercado y, a todas luces, serán dueñas y señoras de todo lo que abarque la vista.

La primera se refiere al tipo de propulsión y, sí, efectivamente, nos referimos a unos coches eléctricos que lógicamente son el futuro, pero que ya nos están intentando meter a presión por mucho que todavía no sea el momento y no exista infraestructura para ello.

La segunda trata sobre el tipo de automóvil, que todo el mundo estará de acuerdo en que son los SUV. Empezaron como anécdota, pero han ido creciendo en progresión geométrica y ahora hay segmentos y subsegmentos por todas partes, encontrando nichos de mercado que nadie sabía ni que existieran.

¿Llegará un momento en el que todo sean SUV eléctricos? No creemos que llegue a tanto, pero tampoco pondríamos la mano en el fuego por ello. 

Ahora bien, eso serán los líderes, los que se salvarán de la quema. De los muchos que caerán, ¿cuáles serán los primeros?

La espada de Damocles

Ahí está, pendiendo sobre prácticamente todos los segmentos del mercado del automóvil, amenazante. Sin embargo, hay quienes deberían tener más miedo que otros, puesto que ciertas combinaciones de carrocería/combustible parecen tener los días contados.

Podemos consensuar que, respecto a la segundo, es el diésel el que probablemente se extinga antes, puesto que se le ha puesto en la espalda una diana que no está del todo justificada ( sobre todo en la actualidad).

Sin embargo, respecto a lo primero se abre un abanico de opciones más amplio, puesto que hay segmentos que han visto pasar sus días de gloria hace mucho. Valgan como ejemplos representativos las berlinas, cuyo peso ha ido desapareciendo o, sobre todo, los monovolúmenes, estrellas de finales del siglo pasado condenadas al ostracismo.

A pesar de ello, las berlinas diésel o los monovolúmenes diésel no van a ser los primeros en caer. Ya hay otro combo que implica al gasóleo y que se está extinguiendo delante de nuestros ojos sin que muchos siquiera se percaten de ello: los utilitarios diésel.

La primera expulsión

Y es que no hablamos de algo que esté por venir, si no de un proceso que lleva unos años teniendo lugar y que, desde el sector se ha visto como una transición natural puesto que en vehículos que al menos a priori no van a recorrer tantos kilómetros en su vida, parece no tener tanto sentido el diésel como combustible.

Basta tirar de hemeroteca para enumerar unos cuantos casos recientes: el Volkswagen Polo en su actualización de 2021, la cuarta generación del Skoda Fabia, la puesta al día del año pasado del Ford Fiesta

Es cuestión de tiempo que esta combinación de carrocería/combustible desaparezca para siempre, quizá sea el momento de preguntarse cuál será el siguiente en caer.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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