El famoso deportista Kílian Jornet se ha puesto a hablar de coches y mejor se podía haber quedado calladito…

Si me conoces mínimamente, aunque sólo sea de haberme leído en estas newsletters, seguro que ya sabrás que el deporte es una parte importante en mi vida. Digo esto para que no creas que me resulta fácil criticar a alguien que considero una leyenda, Kílian Jornet. Pero es que se ha metido donde no le llaman. Bueno, mejor dicho, se ha puesto a criticar lo que no debería. Me explico:

Tanto él como otros muchos corredores de élite de carreras de montaña han firmado la petición de TGR (The Green Runners, Los Corredores Verdes) pidiendo a la madre de todas las carreras de montaña, al buque insignia de este deporte, el Ultra Trail del Mont-Blanc, recientemente rebautizado como Dacia UTMB Mont-Blanc (DUTMB), que cese su relación de patrocinio con Dacia.

Sostienen que, en una situación de emergencia climática y ecológica como la que vivimos, los combustibles fósiles son la mayor parte del problema. Y por eso le chirría que Dacia sea el patrocinador principal de tan magno evento.

No saco esto a la palestra en favor de Dacia, ni mucho menos. Por mucho que fueran ellos quienes me invitaran a correr una carrera en el Valle de Arán que, precisamente, forma parte de las Series Mundiales UTMB y de la que te conté mi experiencia en Business Insider. Lo puedes leer en el anterior link. 

Y digo que no defiendo la posición de Dacia en particular, porque la marca rumana ni siquiera está entre nuestros anunciantes. Pero es que esta injusta petición por parte de Kílian creo que ataca al sector de la automoción en general.

Tiene todo el sentido que los corredores de montaña quieran defender a la naturaleza por encima de todo. ¿Pero es que acaso llegan caminando a esas pruebas a lo largo y ancho del planeta en las que compiten?

¿No utilizan aviones para cruzar el charco? ¿No van en coche a las que les pillan más cerca de casa? Aunque sea eléctrico, que esos también contaminan.

Una reflexión al ralentí

Hombre, no voy a negar la mayor. Evidentemente que la industria del automóvil es contaminante. Y te digo más, se encuentra entre las cuatro más contaminantes. Pero no es la única. 

Buena parte del problema de la capa de ozono procede también de la actividad de la industria textil, del sector de la construcción y el de la alimentación. La cuarta pata sería el sector del transporte, pero es que los coches no son los únicos representantes. Piensa en los aviones, buques y camiones de mercancías…

Qué fácil es señalar siempre a los mismos, qué recurso tan manido e incluso falso. Sí, los automóviles son culpables de la contaminación, pero no los únicos culpables. 

Además, los fabricantes de automóviles no paran de innovar para lograr vehículos cada vez más eficientes y la mayoría de ellos tienen fijados horizontes para ser neutros en emisiones, lo que también incluye los procesos de fabricación.

¿Se han puesto tanto las pilas (literalmente) otros sectores? Como conocedor del mundo del deporte, me consta que Kílian Jornet dejó su anterior patrocinador de ropa y zapatillas, Salomon, tras casi dos décadas de relación, para crear su propia marca: NNormal, que es cierto que muestra gran preocupación por hacer productos duraderos y sostenibles, pero que no son neutros en emisiones de CO2.

Y, aunque anuncian que su objetivo final es ser neutros e incluso declaran lo que se emite por cada tipo de producto que fabrican, ya sean zapatillas, ropa o accesorios, no he sido capaz de encontrar una fecha en la que se comprometan a lograr emisiones 0 en el conjunto de su proceso de producción. 

Mientras que el Grupo Renault, al que pertenece Dacia, sí que ha puesto fecha de caducidad a sus emisiones contaminantes. Según ellos mismos declaran, quieren “conseguir la neutralidad de carbono en Europa en 2040 y en el mundo en 2050. Para ello, actuamos en cada etapa del ciclo de vida del vehículo: concepción, fabricación, uso y fin de vida (de la cuna a la tumba).