Tres ventajas de los coches híbridos sobre los motores puros diésel

En esta época en la que existe en el mercado automovilístico una gran oferta de tecnologías de propulsión, los coches híbridos se han convertido en los “nuevos diésel”. Es decir, la gente que antes compraba coches diésel buscando el ahorro de combustible, ahora compra híbridos. 

A principios de la década de los 90, comenzó a proliferar el diésel como principal opción, tanto en el sector de la automoción como entre los consumidores. Pronto, más de la mitad de los coches nuevos que se vendían en España tenían motores diésel.

La cosa siguió aumentando en la primera década de los 2000, hasta que se descubrió que los motores diésel eran particularmente contaminantes y perjudiciales para la salud. El escándalo de Volkswagen, conocido como ‘Dieselgate’, fue la puntilla.

Paralelamente, empezaron a desarrollarse sistemas de propulsión híbridos, sobre todo, por parte de Toyota con la llegada del Prius. Y, a lo largo de la década de 2010, aparecieron más tecnologías híbridas con el objetivo de reducir el consumo y las emisiones: los motores híbridos enchufables y los híbridos ligeros o Mild-Hybrid.

Estas alternativas han ido cobrando mayor fuerza con el paso de los años, a medida que evolucionaba también la tecnología. Prueba de esto es que, en muchas ciudades españolas, hemos pasado de ver taxis diésel (¿te acuerdas del Skoda Octavia TDI?) a ver híbridos.

A continuación, vamos a ver tres ventajas importantes de los coches híbridos sobre los motores puros diésel.

Tres ventajas de los coches híbridos: mecánica más simple y fiable

La primera ventaja que destacamos de los coches híbridos, frente a un motor diésel, es su simplicidad mecánica. Los híbridos tienen un motor de gasolina de ciclo Atkinson conectado al motor eléctrico, que carece de turbo y muchas otras tecnologías presentes en los motores diésel, algunas de ellas, precisamente, para reducir la contaminación. 

Además, los coches híbridos prescinden de elementos como algunos filtros, válvulas, motor de arranque o alternador. Es decir, tienen menos piezas, lo que se traduce en una mayor fiabilidad y en un mantenimiento más económico. 

Menor consumo en ciudad

Otra ventaja de los coches híbridos sobre los puros de gasolina es que tienen un consumo muy bajo cuando se circula en ciudad, que es donde usa el coche la mayoría de los conductores. 

El consumo es especialmente bajo, gracias a la intervención constante del motor eléctrico, el cual se alimenta de una batería que, a su vez, se va recargando durante las frenadas y desaceleraciones. 

Esto se traduce también en menos visitas a la gasolinera. En el caso de un coche híbrido enchufable, el ahorro es aún mayor, ya que tienen una autonomía eléctrica de entre 40 y 60 kilómetros, que es, más o menos, la distancia media que recorre un conductor al día. 

Etiqueta ECO/CERO de la DGT

Por último, los vehículos híbridos obtienen los distintivos medioambientales más ecológicos, dependiendo de la tecnología que utilicen. Los coches híbridos y Mild-Hybrid tienen la etiqueta ECO, mientras que los híbridos enchufables lucen la etiqueta CERO.

La etiqueta ECO permite acceder sin restricciones al centro de las ciudades y a las nuevas ZBE, aparcar en zonas SER, descuentos en algunos peajes… Estos coches están exentos de pagar el impuesto de matriculación y se benefician de una reducción de hasta el 75% en el impuesto de circulación.

Por su parte, los coches con etiqueta CERO, además de las ventajas de los anteriores, pueden aparcar sin límite de tiempo en zonas SER y de manera gratuita, no tienen restricciones a la circulación, incluso, en días de alta contaminación y pueden circular libremente por carriles Bus-VAO (siempre que lo indique la señal y lo permitan las autoridades).