Tres millones de euros por un Ferrari J50

Se trata de uno de los coches más especiales jamás salidos de Maranello. Solo se fabricaron 10 unidades, todas para el mercado japonés, y cada una completamente personalizada, por lo que no debería ser una sorpresa que ahora, unos años más tarde, se pidan tres millones de euros por un Ferrari J50 de segunda mano. Es el precio con el que ha aparecido una de estas rara avis en un concesionario de la marca en Tokio llamado Rosso Scuderia. Y es muy probable que alguien ya haya desembolsado semejante cantidad de dinero, porque el caso es que recientemente ha desaparecido de su página web.

Con fecha de 2019, el vehículo solo ha pertenecido a un dueño, que imaginamos un enamorado del negro, pues entre todas las opciones de personalización posibles eligió una pintura exterior en Nero Daytona y una tapicería en alcántara negro. Y cuenta con apenas 692 kilómetros en su haber.

Concebido en 2016 a partir del Ferrari 488 Spider, este coche fue un ultraexclusivo homenaje al medio siglo de la marca del Cavallino Rampante en Japón. Las diferencias con el modelo de base son notables. La carrocería es tipo targa, con un par de paneles tras los asientos, el frontal está completamente rediseñado, con unos faros horizontales mucho más delgados, y tiene un difusor trasero, entre otras cosas.

En la mecánica, sin embargo, no hay prácticamente ninguna variación. El Ferrari J50 monta el mismo bloque que el 488, un V8 biturbo de 3,9 litros capaz de desarrollar 690 CV. Y también idéntica es la transmisión automática de siete velocidades.

En cuanto a su precio original... es todo un misterio, pues la marca nunca reveló ninguno, ni siquiera de partida. Pero es probable que no se haya revalorizado 'demasiado' en estos apenas dos años, porque ya en su momento se rumoreaba que costaba algo entre los 2 y los 2,8 millones de euros.

Por cierto, en los perfiles del concesionario tokiota en Facebook e Instagram puede verse que, cuando esta unidad se puso a la venta, en el mes de febrero, pedían por ella 480 millones de yenes (al cambio, 3,6 millones de euros), cantidad que al parecer luego se 'rebajó' en 80 millones de yenes, unos 600.000 euros. De modo que quien haya pagado la 'friolera' de 3 millones de euros por un Ferrari J50 puede darse por satisfecho con el (es un decir) descuento.