Los taxistas de Madrid denuncian el 'telenabo'

Los taxistas madrileños están 'que trinan' con algunos (pocos) de sus compañeros. Según ha denunciado la Asociación Gremial de Auto-Taxi de Madrid, desde hace tiempo, solo unos pocos vehículos se ocupan de los servicios entre el centro de la capital y el aeropuerto de Barajas (las carreras más suculentas).

La Asociación asegura que existe un pacto entre algunos botones y recepcionistas de hoteles y hostales y una minoría de taxistas por el que los primeros avisan cuando un cliente quiere ir al aeropuerto, a cambio de una propina de entre 10 y 15 euros.

“Evidentemente, el conductor no pierde ese dinero”, ha declarado Ángel Julio Mejías, delegado de la Asociación Gremial de Auto-Taxi de Madrid a AUTOBILD.ES. “Lo suma a la factura final que abona el cliente”.

Esta práctica es conocida por todos los taxistas, que la han bautizado como 'Telenabo'. Mejía quiere dejar claro que los que se aprovechan de ella son una minoría. “Calculamos que unos 60 ó 70”, matiza. Algunos son titulares de licencia, otros (la mayoría) solo trabajan el taxi. “Son pistoleros, no tienen los garbanzos puestos del sector”, explica indignado Ángel Julio. “No les importa el daño que nos hacen”.

La Asociación Gremial ha hecho llegar documentación que confirma la existencia del ‘telenabo’ al Ayuntamiento de Madrid y varias asociaciones de hosteleros, aunque, por ahora, no han recibido respuesta.

Aseguran también que existen foros de taxistas en los que se publican listados de los hoteles y hostales que 'ofrecen' este servicio. “Aunque, en realidad, son muchos más los que lo hacen, que los que no”, se lamenta Mejía.

Pero el ‘telenabo’ no es el único negocio ilícito que ensombrece la labor de los taxistas. “Últimamente cualquiera que tenga un coche se convierte en taxista”, asegura Ángel. Y, mientras habla, recuerda como hace unos días descubrieron varias furgonetas que, sin el cartel de Servicio Público (SP), descubrieron haciendo trayectos en el tanatorio de la M-30. O de las denuncias que han recibido sobre particulares que, mediante carteles en panaderías y otros establecimientos, ofrecen sus coches para traslados.