Logo Autobild.es

El SUV diésel que rompe esquemas y que a pesar de su potencia tiene un consumo bajo y etiqueta ECO

Mazda CX-60

No estamos acostumbrados a ver en el concesionario coches diésel con un motor de seis cilindros en línea y 3,3 litros. Tampoco con su bajo consumo.

Algunos coches te sorprenden al probarlos. Otros, lo hacen incluso antes de haberlos visto en vivo y en directo. Es el caso del Mazda CX-60 e-Skyactiv D de 200 CV, que con ver su ficha técnica, y sin echarle el guante, ya tenía mi aprobado. ¿Por qué? Pues porque equipa un seis cilindros en línea, diésel y con microhibridación, con lo que consigue la etiqueta ECO de la DGT. ¿Existe mejor combinación? No, ni tampoco tan inusual, pero desde mi humilde punto de vista, es acertada.

Pero ahora sí tengo las llaves en mi mano. Es un coche grande, puesto que cuenta con una longitud de 4.745 mm, una anchura de 1.890 mm y una altura de 1.680 mm; pero también es pesado, porque en la báscula suma 1.891 kg. Además, por ser un SUV, la aerodinámica acompaña menos que si se tratase de una berlina o un compacto.

Prueba Mazda CX-60 e-Skyactiv-D

Pero a pesar de ello, de su peso y de equipar un motor de gasóleo de seis cilindros en línea de alta cilindrada, 3.283 cc para ser exactos, el consumo es sorprendentemente bajo. Según Mazda, el combinado es de 5,0 l/100 km. Según el que escribe, es de 5,8, una cifra realmente buena para sus características y que mejora la de algunos de sus rivales con un bloque de cuatro cilindros. Durante una semana de pruebas, la media se ha quedado en 7,1 l/100, pero me he movido mucho más por ciudad que por carretera, que siempre hace subir la media.

Y claro, si encima ves en el cuadro de instrumentos una autonomía de 730 kilómetros -que no bajó en unos 30-, pues... Y eso que su depósito no es especialmente grande, porque puede acoger un máximo de 58 litros.

Prueba Mazda CX-60 e-Skyactiv-D

Este consumo tan ajustado se consigue, en parte, gracias a que equipa un sistema de hibridación ligera que funciona con una red eléctrica de 48 V. Está formado por un motor eléctrico y una batería de iones de litio de 0,33 kWh. Respecto al propulsor, puede añadir 17 CV y 153 Nm de par a los 200 CV y 450 Nm de par del de gasóleo en determinadas ocasiones. 

Asimismo, es capaz de poner en funcionamiento el motor de explosión y permitir que este se apague, incluso con el coche en movimiento.

Como te comentaba unas líneas más arriba, este conjunto permite al Mazda CX-60 e-Skyactiv D de 200 CV lucir la etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas con las ventajas que ello conlleva: descuentos en la tarifa del SER, acceso a carriles BUS-VAO, estar exento de pagar el impuesto de matriculación y en algunas ciudades, recibir descuentos en el de circulación.

consumo mazda CX-60 e-Skyactiv D 200 CV

Pero, además de un buen consumo y ciertos beneficios, también ofrece unas buenas prestaciones, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 8,4" y alcanza la velocidad máxima de 212 km/h. Si quieres mejores cifras, siempre puedes decantarte por la versión de 254 CV, que es 4x4 y que cuesta unos 5.000 euros más.

En definitiva, Mazda ha roto los esquemas al traer a los concesionarios un coche diésel cuando en Europa, por desgracia, están demonizados. Y encima lo ha hecho con una configuración de seis cilindros en línea y alta cilindrada. Pero para los que se quejan de que el diésel es malo, pero no culpan a los barcos, aviones, calderas, pesticidas, productos químicos, deforestación, desechos industriales o domésticos, tiene un sistema de 48 V, lo que le permite en algunas ocasiones moverse sin contaminar.

Etiquetas: SUV, SUV híbridos

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.