Reino Unido podría prohibir los coches de combustión en 2030
Reino Unido ha sido uno de los países que ha declarado una guerra más abierta a los coches de combustión: hace tiempo que anunció que su intención es prohibir la venta de nuevos coches de gasolina y diésel para el año 2040, pero los ministros han solicitado que la fecha se adelanta una década entera, poniendo el límite en 2030.
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Todavía no es oficial, pero la intención está ahí y los motivos para ello son claros: estar más cerca de conseguir los objetivos climáticos del país y posicionarse como un mercado de referencia dentro de los coches eléctricos.
The Green Alliance apunta que una fecha límite más ambiciosa es clave para que Reino Unido no eche a perder su liderato en el sector de los vehículos eléctricos ya que, aunque en los últimos cuatro años las matriculaciones se han disparado, el pasado ejercicio Alemania le adelantó en el registro de híbridos enchufables y coches movidos por baterías. De hecho, que se implantase 2030 como objetivo supondría un revulsivo de ventas que incluso podría convertir a Reino Unido en exportador, según la organización.
Es algo bastante viable ya que en 2016 la planta de Nissan en Sunderland produjo el20% de los eléctricos vendidos en Europa, ya eso hay que sumar que BMW ha confirmado que fabricará el Mini eléctrico en Oxford.
El segundo aspecto en el que adelantar la fecha sería clave es en el de las emisiones. Teniendo en cuenta que el año pasado estas subieron por primera vez rompiendo la tendencia a la baja, sacar a los modelos de combustión de la ecuación 10 años supondría recortar un 85% la diferencia entre las emisiones de Reino unido y su objetivo para 2030, es decir, 98 millones de toneladas de CO2 que no se llegarían a producir.
Además, un efecto colateral de mantener el límite en 2040 es que los coches de gasolina y diésel seguirían contaminando hasta en la segunda mitad del siglo, ya que el promedio de mantenimiento de un coche nuevo en Reino unido es de 14 años.
Fuente: The Guardian.
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