Radares ecológicos para Cataluña

El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha comunicado a través de su máximo representante, Joan Aregio, que va a iniciar una prueba pionera en España con cinco radares eolicosolares. Por ahora, hay dos de estos dispositivos -que emplean una turbina eólica y una placa fotovoltaica para obtener energía- ya en funcionamiento. Ambos llevan seis semanas en fase experimental y están situados en L´Arboç (Tarragona) y Biosca (Lérida).

Se espera que entren en acción –y comiencen a multar- en dos meses, aunque probablemente saltarán menos que los radares enchufados a la red eléctrica. El motivo es que serán mucho más fáciles de ver, ya que el molino de viento está sobre un mástil de 14 metros de altura y, justo por debajo, se ubican las cuatro placas fotovoltaicas que coadyuvan en la generación de la energía necesaria para el funcionamiento del radar. A lo largo de este año, habrá otros cuatro o cinco de estos dispositivos, aunque el STC tiene pensado instalar hasta 30 unidades.

Más que reducir la emisión de gases contaminantes  y de efecto invernadero, con estos nuevos radares se busca poder cubrir zonas de elevada siniestralidad en las que, hasta ahora, era imposible su instalación. Según el SCT, el coste de estas máquinas –que disponen de unas baterías para los días en los que ni luce el sol, ni sopla el viento- es muy similar al de los aparatos más convencionales.