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Prueba: Hyundai i30 N TCR. Pensado para arrasar en circuito

Prueba: Hyundai i30 N TCR

Hyundai sigue pisando el acelerador: ya está en el Mundial de Rally, el Hyundai i30 N de calle pone en aprietos al resto de GTI de la competencia, y ahora le llega el turbo al Hyundai i30 N TCR de competición. Nosotros ya lo hemos probado.

Estamos en las últimas pruebas del modelo para sus últimos ajustes, no en vano, queremos correr con este coche este año las 24 Horas de Nürbürgring. Como base, la división de competición de Hyundai pone la del nuevo i20 N. El compacto, con hasta 275 CV, encaja perfectamente en el reglamento TCR con su carrocería de cuatro puertas y su tracción delantera.

El modelo de serie y el de competición de diferencian fundamentalmente en la aerodinámica, el motor y la transmisión. Puede llevar unas vías más anchas y un alerón trasero gigantesco, un cambio secuencial de competición y un motor turbo de dos litros levemente modficado. Pesa 1.250 kilos, esto es, unos 200 más ligero que el modelo de serie. Por eso no extraña que el cockpit no recuerde al del i30 N. Lo hay confort con cuero y tapizados, solo chapa desnuda, carbono y una jaula de seguridad.

También han desaparecido el navegador y el climatizador, y junto al asiento del conductor, en la parte de abajo, hay un mando con botones para los limpiaparabrisas, las luces y el extintor. El volante lleva la rueda que permite ponerlo en diferentes modos de conducción, pero el botón "N" del coche de serie desaparece.

¡A la pista!

Prueba: Hyundai i30 N TCR

La electrónica se ha revisado y el turbo es más grande, con lo que la potencia sube a 350 CV. El semáforo del circuito Tazio Nuvolari se pone en verde, el cuatro cilindros despierta. Antes de salir disparado se acerca el piloto oficial, Gabriele Tarquini, y me aconseja: "En realidad se conduce igual que un i30 N normal, pero un poco más veloz. Calienta los frenos y los neumáticos, y entonces, pisa a fondo".

Hace un día lluvioso, el perfecto entrenamiento para las 24 Horas.  Pongo la primera marcha por la leva del volante, y salgo disparado. A medio gas, se siente como la versión de calle de 75 CV, solo que mucho más ruidoso. Freno, reduzco, el coche ruge y bulle, una sonrisa aparece debajo de mi casco. Todo funciona a la perfección, este coche de carreras de 128.000 euros ya ha alcanzado su temperatura, puedo estirar las relaciones, subirlo de vueltas con un manejo más decidido del cambio secuencial.  

Prueba: Hyundai i30 N TCR

El cuatro cilindros turbo gira hasta las 6.800 vueltas, los frenos de seis pistones me permiten dosificarlos muy bien. Normalmente, en WTCR no está permitido el ABS, pero sí en carreras de largo recorrido como las 24 Horas. El sistema funcional a la perfección en este Hyundai de competición. En giros con lluvia, aun con este tiempo, el diferencial con bloqueo apenas permite deslizamiento alguno, algo que también hace muy bien el coche de serie, solo que la velocidad de paso por curva es menor, claro. Las vías más anchas y su nueva aerodinámica pegan a este cuatro puertas al asfalto.

Algo curioso: cuanto más rápido circulas, más seguro te sientes en las curvas.

Y ya que has llegado hasta aquí... ¿Quieres saber cuál es tu coche ideal?

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