Prueba: Audi A6 allroad quattro. Bien en carretera... Y fuera de ella

¡Son cuatro coches en uno! El nuevo Audi A6 allroad quattro es un turismo, un familiar, un SUV e, incluso, puede salir al campo puntualmente. En AUTOBILD ya nos hemos puesto al volante para comprobar lo que da de sí, y es que nada mejor que una prueba a fondo del Audi A6 allroad quattro para ello.

Bajo el capó de este Audi tenemos el V6 TDI de tres litros, que puede pedirse en tres niveles de rendimiento: 231 CV como nuestro coche de prueba, 286 (50 TDI), o 349 (55 TDI). Una característica especial del Audi A6 allroad quattro es la suspensión neumática con amortiguación regulada. Dependiendo del modo y la velocidad, el vehículo sube o baja. Ejemplo: durante un viaje en terreno liviano pero pedregoso, debido al riesgo de daños en la pintura, el A6 se levanta 4,5 centímetros, circulando a un máximo de 35 kilómetros por hora. Si el automóvil arranca en modo Offroad (velocidad: hasta 80 km/h), se coloca automáticamente tres centímetros más alto. Si luego ruedas por carretera, desciende el Audi a su nivel normal de 14 centímetros sobre el asfalto, y desde 120 km/h baja 1,5 centímetros más.

Fuera del asfalto el A6 allroad es un SUV con tracción permanente a las cuatro ruedas y diferencial central autoblocante, pero si vas a realizar un largo viaje por autovía, vuelve a ser un cómodo y espacioso familiar. Pero no esperes salir catapultado cada vez que hundas el pie derecho. Y eso nos lleva a un sorprendente problema de Audi de la actualidad: ese segundo que se toma para pensárselo el pedal del acelerador. Y es que el Tiptronic de ocho velocidades se toma su tiempo, el motor empieza girando lentamente y más tarde de lo que uno desearía se siente todo el poderío de su portentoso diésel. Y es que el verdadero empuje no empieza más allá de las 2.500 revoluciones por minuto. Hay una cosa que nos queda clara: antes de la crisis del diésel, sus TDI eran más divertidos.

Pero ahora llega lo bueno: una vez lanzado, este automóvil es un placer. La dirección dinámica opcional funciona directa y espontánea, la suspensión neumática filtra bien incluso en combinación con llantas de 20 pulgadas (245/45 R 20), y sobre asfalto accidentado, simplemente no se tambalea como un SUV, sino que rueda como un familiar de altas prestaciones, bien aplomado en carretera.

En el interior, el de Ingolstadt es refinado y tecnológicamente a la última, incluidas las tres pantallas que le rodean a uno en el cockpit. Lo único reprochable es que la del navegador va demasiado baja. Mucho espacio y mucho lujo que, eso sí, supone un gran desembolso en extras, empezando por los asientos eléctricos de cuero. El maletero se traga entre 565 y 1680 litros, esto es idéntico entre el Audi A6 Avant y A6 allroad. La pregunta sigue siendo al final: ¿Cuál comprar de los dos? Bueno, el Avant (4,95 m) tiene diez centímetros menos de espacio. Pero más espacio para el placer de conducir. Su respuesta es un poco más directa y dinámica, en todos los sentidos.

Conclusión

Este familiar con pretensiones todoterreno es una excelente alternativa para aquellos que no quieren conducir un SUV, pero necesitan ir un poco más elevados en determinadas circunstancias. Desafortunadamente, el A6 Avant allroad sufre de la típica debilidad de arranque de los diésel en Audi. Por lo demás, es plenamente satisfactorio. Si obviamos su elevad precio, claro está.