La primera carretera solar del mundo ya está en marcha
Wattway es la primera carretera solar del mundo en estar en marcha, tal y como sostiene un artículo de The Guardian. La que será la autovía del futuro está en Francia, y su tecnología tiene aún un largo camino por recorrer; sobre todo, por ser rentable, ya que ha costado 5,2 millones de dólares (unos 4,9 millones de euros), y mide alrededor de un kilómetro…
Esta carretera solar se encuentra en la pequeña ciudad de Tourouvre-au-Perche , al noroeste del país galo, que tiene unos 3.300 habitantes. Se espera que alrededor de 2.000 vehículos circulen al día por esta carretera de células fotovoltáicas.
Su objetivo es usar la energía que recoge la carretera solar para dar energía a las luces de la ciudad. El problema, como te decía, es que de momento no es rentable, pero, como suele suceder con la tecnología, se acabará amortizando la inversión.
Otros proyectos de carreteras solares
La primera carretera solar de EEUU, conocida como SolaRoad, comenzará a funcionar con un prototipo de asfalto solar de 11 metros de largo por unos cuatro de ancho en un estacionamiento de Idaho.
Scott Brusaw, dueño de la empresa que gestionará esta carretera solar (Solar Roadways), afirma que cada panel puede producir unos 7,6 kw/h al día. Los problemas más comunes que deben resolver son las nubes e incluso la resistencia de estos paneles con lluvia.
El asfalto tradicional se sustituye por paneles solares que resisten la carga del tráfico. Los paneles de la carretera solar llevan instalada una red de captación de luz y LED que permiten iluminar determinados puntos de la vía.
Los paneles de la 'Solar Roadways' que se instalará en Estados Unidos se componen de varias capas. La superior es translúcida y es la que estará en contacto con los vehiculos. Se ha adaptado para que soporte el peso de los coches y los cambios meteorológicos. La capa intermedia será la que capte y transforme la luz del sol para crear la señalización. Cuenta con puntos de iluminación que servirán para emitir señales lumínicas de tráfico y con un circuito de calefacción destinado a evitar el hielo. En la capa de la base se encuentra el sistema de cableado.
Cada panel tiene un coste de unos 8.000 euros y una vida útil de 21 años aproximadamente, lo que puede verse como un enorme problema para la adopción de este tipo de instalaciones.
El prototipo de este tipo de vía que se podrá ver en Estados Unidos busca reducir la dependencia del petróleo en las vías. Su viabilidad dependerá en gran medida de su rentabilidad.
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