Presta atención, porque si no se cumplen estos requisitos, no podrás ser multado

Las multas de tráfico son una de las cosas más tediosas para los conductores. Y, evidentemente, este tipo de sanciones van ligadas a los radares, tanto de tramo, como fijos o móviles, entre otros. Sin embargo, esto es una práctica legal necesaria para salvaguardar la seguridad vial. 

Según los últimos datos emitidos, la Dirección General de Tráfico (DGT) impuso un total de 5.542.178 multas de tráfico por exceso de velocidad, lo cual supuso una recaudación total de 508 millones de euros. Si tenemos en cuenta que el listado de radares ha aumentado este 2024, cabe esperar que también aumente el dinero recaudado. 

Seguramente alguna vez has recibido una multa de tráfico por exceso de velocidad (éstas son las más comunes), y has pensado en recurrirla para salvarte de pagar la sanción económica o, incluso, en el peor de los casos, de recuperar los puntos del carnet perdidos. 

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En este artículo te enseñamos las claves, sobre todo porque es importante comprender tanto los fundamentos legales detrás de estas multas como los derechos y recursos disponibles para impugnarlas de manera justa y adecuada.

¿Puedo recurrir una multa de tráfico?  

En primer lugar, es fundamental entender las circunstancias bajo las cuales se emiten las multas de tráfico. Esto puede incluir exceso de velocidad, no respetar señales de tráfico, conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, uso indebido del teléfono móvil mientras se conduce, y un largo etc. 

En cuanto a los emisores, las multas pueden ser emitidas por agentes de tráfico en el acto o mediante sistemas automatizados, como cámaras de velocidad o semáforos. Una vez que se recibe una multa de tráfico, es importante revisar detenidamente la información proporcionada con el fin de saber si podrás recurrirla o no. 

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Verificar los datos de las multas

En muchos casos, tendrás la opción de recurrir una multa de tráfico si crees que ha sido emitida incorrectamente o si tienes razones válidas para cuestionarla. Esto incluye verificar la fecha, hora y lugar de la presunta infracción, así como los detalles específicos de la violación y la cantidad de la multa. 

Por ello, es muy importante llegar a presentar evidencias para respaldar tu caso personal, como es el caso de pruebas fotográficas o de vídeo (en el caso de las sanciones por exceso de velocidad), o los registros de mantenimiento del vehículo, en caso de tratarse de otro tipo de sanción. 

En este caso y dependiendo de la jurisdicción, podrás tener la oportunidad de apelar la multa ante un tribunal de tráfico o mediante un proceso administrativo con la autoridad emisora de la multa. Pero vamos a ver dónde está la clave del recurso. 

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 La clave para recurrir: las imágenes

La clave para poder recurrir una multa se halla en las imágenes que acompañan la sanción. Y es que se ha llegado a dar el caso en el que la DGT únicamente ha incorporado una fotografía en la multa, cuando es obligatorio que sean dos. 

Asimismo, también se puede dar el caso de que efectivamente recibas dos imágenes, pero que la segunda sea la misma que la primera pero ampliada. Esto también es un error que va a permitir que recurras la sanción. ¿Por qué? 

Porque, tal y como afirman los tribunales, tienen que ser dos imágenes diferentes, es decir, la segunda fotografía no tiene que ser una ampliación de la primera. Asimismo, otra de las claves a tener en cuenta es verificar que se haya aplicado el margen de error del aparato que mide la velocidad de tu coche. 

Si quieres o necesitas saber más información sobre cómo recurrir una multa, te dejamos el enlace a la página de la Dirección General de Tráfico, donde encontrarás preguntas frecuentes sobre el recurso, así como la forma en la que se realiza.