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Porsche 911, para nosotros este sería el mejor de la historia

El mejor Porsche 911 de la historia
Dinastía 911.

Entrar a crear una lista de “los mejores…” o apuntar a “el mejor de la historia” es, sin duda, meterse en un charco porque, se hable del área que se hable, siempre se va a herir alguna sensibilidad ya que cada uno tiene su opinión al respecto. Pero intentar dilucidar cuál es el mejor Porsche 911 de la historia es ya buscar problemas porque sí.

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Hablamos de uno de los deportivos atemporales e icónicos de la automoción, un modelo que en sus décadas de evolución, salvo por cuestiones de estilo, siempre se ha presentado como un producto sólido, bien rematado y que ha contentado a sus fans. Si, es cierto que con el paso de los años ha sacrificado características que los más puristas consideraban intocables (tipo de refrigeración, aspiración natural, etc), pero es lo que tiene la evolución.

Y seamos sinceros, con tantos años de experiencia a la espalda, no creamos que sea una locura decir que el Porsche 911 más moderno es el mejor. Cuestión de lógica, puesto que cuenta con todos los añadidos y la tecnología de última hornada que se pueda imaginar. Podemos señalar al actual 911 GT2 RS como el ‘nueveonce’ definitivo: homologado para calle pero con genes de competición, materiales ligeros que dejan su peso en 1.470 kilos, motor 3.8 biturbo para convertirse en el 911 más potente de la historia, transmisión PDK de 7 velocidades, eje trasero direcional, frenos carbocerámicos, aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos…

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Es una bestia, pero decantarse por la versión moderna más radical del modelo es lo fácil, y la historia del 911 está llena de variantes icónicas por las que más de uno vendería su alma. Cuesta elegir, pero entre tantas y tantas, el mejor Porsche 911 para nosotros es el siguiente: el Porsche 911 GT2 993.

Hay que tener en cuenta que su origen fue el de contar como modelo de producción para homologar la versión de competición, por lo que es un auténtica rareza de la que solo se fabricaron 57 unidades, que están cotizadas a más no poder y llevan consigo un halo de exclusividad increíble.

Su estética es abrumadora, luce los característicos faros redondos pero presenta una carrocería que exhibe músculo por los cuatro costados: el paragolpes delantero tiene extensiones en los laterales, el trasero aloja dos salidas de escape, calza unas llantas de cinco radios de lo más llamativas y el alerón trasero es simplemente descomunal.

Además, montaba un motor bóxer refrigerado por aire (fue la última generación que lo hizo) de 3,6 litros que desarrollaba 450 CV. Combinado con una caja de cambios manual de seis velocidades y con un sistema de propulsión traerá, no era precisamente dócil. Si a eso añadimos una estructura ligera que le ayudaba a pesar solo 1.295 kilos, despegaba de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.

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