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Parece la consola con la que jugábamos hace décadas, pero es lo más sofisticado para robar coches hoy

Game Boy

En menos de un minuto, con esta herramienta, los ladrones accedían a los vehículos sin forzarlos

Solo si has cumplido la treintena reconocerás y sonreirás al ver la fotografía. Parece la consola con la que jugábamos hace décadas pero, en realidad, es lo más sofisticado del momento para robar coches. Es el arma estrella de una banda organizada desmantelada por la Guardia Civil.

La Game Boy fue lo más pedido a los Reyes Magos durante la década de los 90. Una pequeña consola portátil lanzada al mercado por Nintendo que solo en un año vendió más de dos millones de unidades. 30 años después ha servido de tapadera para un grupo criminal dedicada a la sustracción de vehículos de alta gama. 

 

Fuentes oficiales explican que la banda estaba formada por cinco individuos de origen ruso, rumano y español que centraban su actividad en el robo de coches híbridos, la mayoría de origen asiático. La investigación, apodada Operación Biturbo, se ha llevado a cabo durante más de un año por parte de la Sección de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. 

El objetivo de la banda organizada era el robo de coches de alta gama mediante el uso de una sofisticada tecnología que les permitía acceder y poner en marcha los vehículos sin necesidad de forzarlos ni dañarlos. Después, eran vendidos en mercados internacionales. La misma banda, integrada en una trama internacional, introducía coches robados en un otros países para su venta en España.

Los ladrones de la Game Boy

Según explican desde la Guardia Civil, "los miembros de esta organización se dedicaban a transitar por varias ciudades españolas buscando posibles vehículos a sustraer". "Una vez localizados y controlados los horarios de sus propietarios, se desplazaban hasta el lugar y, utilizando una herramienta informática artesanal, abrían y arrancaban el vehículo en pocos minutos sin ningún tipo de forzamiento", añaden.

Llama la atención que una de las herramientas empleadas era una falsificación de la mítica consola Game Boy dotada de un "software malicioso que permitía burlar las medidas de seguridad electrónicas instaladas por el fabricante".

A los vehículos robados les colocaban placas de matrícula correspondientes a vehículos legales, de la misma marca, modelo y color y los estacionaban en lugares públicos durante varios días. De este modo comprobaban, sin necesidad de desmontarlos, si estaban equipados con algún dispositivo de geolocalización.

Para la falsificación de las placas y su posterior montaje, la banda tenía un taller en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Desde aquí, en diferentes puntos de España procedían a la manipulación de los registros físicos del coche, como el número de bastidor, y generaban nuevas llaves de arranque codificadas electrónicamente.

A la espera de ser transportados a los países donde serían vendidos, los coches robados y ya manipulados se almacenaban en naves industriales en Murcia y Alicante. Durante la operación se han recuperado 13 vehículos, además de abundante material para el robo, incluido un centenar de llaves en blanco para programar.

Etiquetas: Guardia Civil

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