Un Land Rover Defender ¡que nada!

Con los dedos de una mano (y quizá nos sobren) podemos contar los coches que se pueden enfrentar a un reto como el que afronta este Land Rover Defender que nada: cruzar el Océano Atlántico.

Lo mejor es que el coche nadador no tiene ni trampa ni cartón. Bajo el capó lleva el mismo motor 2.5 de 111 CV que Land Rover le puso cuando salió de fábrica hace más de 20 años (está matriculado a finales de los 90); lo único que cambia, como es evidente, son las ruedas por otro sistema anfibio de tracción.

Un Land Rover Defender que puede con todo... ¡y mucho más!

A juzgar por el resultado del reto, al Land Rover Defender que nada no le resulta nada complicado surcar el océano; quizá la peor parte se la hayan llevad los limpiaparabrisas que no daban a basto para achicar el agua.

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