Honda CR-V híbrido, así funciona su motor

El Honda CR-V híbrido es una de las versiones que está a la venta del modelo japonés, y desde luego una de las más populares. El derecho a lucir la Etiqueta ECO es uno de sus grandes atractivos, que no el único. Eso sí, hay que tener en cuenta que si nos decantamos por este motor, renunciamos directamente a tener la versión de siete plazas del SUV. Además, el maletero es algo más pequeño que el del resto de versiones con cinco asientos, perdiendo concretamente 64 litros para dejar el volumen de carga disponible en 497.

Esta versión híbrida del Honda CR-V se puede adquirir tanto con tracción delantera como total, además de con cuatro niveles de equipamiento diferente. Donde no hay capacidad de elección es en la transmisión que se asocia a la mecánica, que en todo caso es automática por variador continuo CVT.

El sistema que emplea el motor del Honda CR-V híbrido es diferente al que propone Toyota en sus vehículos dotados de estas mecánicas, a pesar de que en todo caso se trata de unidades autorrecargables que no se enchufan a la red en ningún momento. El Honda se compone de un motor de gasolina de ciclo Atkinson de 2.0 litros de cilindrada que por sí solo desarrolla una potencia de 145 CV. Asociado a él está un motor eléctrico que hace que la potencia total del conjunto se eleve hasta 184 CV, mientras que el par máximo es de 315 Nm. La batería que alimenta la parte eléctrica es de 1 kWh de capacidad aproximadamente.

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El motor de esta versión híbrida del Honda CR-V presenta tres modos de conducción diferentes. El primero es el EV Drive, que es el totalmente eléctrico. Su activación se produce principalmente desde parado cuando se demanda poca potencia o al avanzar a baja velocidad. Según Honda, el CR-V puede recorrer un máximo de 2 kilómetros sin emitir un solo gramo de CO2.

El segundo de los modos de conducción que presenta el motor del Honda CR-V híbrido es el Hybrid Drive, que utiliza el motor térmico para activar el generador eléctrico, que es el responsable e mover el coche. La energía de sobre que se genera se almacena en la batería. Por último está el modo Engine Drive, la más eficiente para conducir a alta velocidad según el fabricante. Aquí tenemos un embrague que une el motor de gasolina con las ruedas a través de una relación de engranaje fijo. Además, el motor eléctrico es capaz de aportar algo de potencia en determinados momentos.

La teoría de Honda apunta a que el CR-V utiliza los dos primeros modos durante la conducción urbana, con un 82% del tiempo para el exclusivamente eléctrico y el resto para el Hybrid Drive. Eso hasta 40 km/h, mientras que desde ahí y hasta 80 km/h el porcentaje del modo EV Drive baja al 49%, entrando además en juego el modo Engine Drive durante un 19%. A partir de ahí, mientras más rápido se circule, más tiempo entra en juego este último modo. En cualquier caso, un SUV en el que manda la eficiencia.