Esa montaña de cenizas es un Lamborghini Aventador
Es triste pero de manera continua oímos noticias sobre accidentes de mayor o menor gravedad implicando vehículos de lujo o deportivos de altas prestaciones. Dejando a un lado como este hecho potencia los prejuicios sobre la comunidad pudiente (mucho dinero pero pocas manos), lo cierto es que duele ver coches así arruinados. En algunos casos pueden volver a la vida, tras un largo y caro proceso de restauración, claro; pero éste no es uno de esos: este Lamborghini Aventador Roadster ha pasado a mejor vida de manera definitiva.
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¿Por qué no hay posibilidad de vuelta? Porque, directamente, ni existe, ha sido calcinado hasta convertirse en un montón de cenizas y piezas carbonizadas. Antes de llegar a este estado, el deportivo italiano participaba en el K2 Xperience, un evento de carreras de aceleración cuya 21ª edición se celebró en una pista de aterrizaje de un aeropuerto situado en la zona de Sao Paulo, Brasil. Cuando le llegó su turno, su piloto (que milagrosamente está vivo) aceleró a fondo por el asfalto, pero algo salió mal ya que no frenó a tiempo, saliendo de la pista propiamente dicha y despeñándose por el terraplén que estaba a continuación.
Los motivos por los que ocurrió el accidente no están claros. Por un lado, el piloto asegura que una irregularidad en el firme le hizo perder el control, pero algunos de los testigos presentes aseguran que siguió acelerando más allá del límite ya en la zona de frenado, por lo que el Aventador no fue capaz de detenerse a tiempo. Sea como sea, el resultado es que ya no quedan más que cenizas del otrora orgulloso deportivo.
Fuente: Carscoops.
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