La copia china del Evoque ya no se parece tanto al original
Decir que los chinos solo copian no es más que alimentar un cliché, pero digamos que la actividad de la nación en el ámbito automovilístico no ayuda precisamente a eliminar dicha idea preconcebida. La inmensa mayoría de fabricantes chinos de coches (con honrosas excepciones como Qoros) se dedica a plagiar sin ningún tipo de pudor el diseño de cualquier modelo europeo que coja por banda, hasta el punto incluso de llegar a combinar rasgos de dos distintos en uno solo. Entre los predilectos del país asiático está el Range Rover Evoque, un SUV cuyo éxito a nivel mundial buscaron replicar con más o menos acierto en una serie de clones cuyo máximo exponente podría ser el Landwind X7.
VÍDEO: ¡Probamos a fondo el Evoque Convertible!
Prácticamente un calco del británico, imitaba desde la estructura del frontal, a su silueta, pasando por la línea de cintura, el portón trasero y el característico difusor con la inconfundible moldura plateada. Pero el modelo afronta una puesta al día y Landwind ha decidido que es el momento de distanciarse de su referente no reconocido de manera oficial.
Empezando por la delantera, sus formas ahora son más angulosas, la parrilla forma una unidad con los faros, las entradas de aire del paragolpes amplían su tamaño y lucen un marco cromado bastante vistoso. Los pilotos traseros son más pequeños, una barra cromada cruza el portón y el difusor adopta un estilo mucho más personal, con una rejilla negra, una moldura de aluminio más fina situada en la parte inferior y dos salidas de escape aplanadas.
El fabricante ha aprovechado la ocasión para ampliar su gama mecánica añadiendo un nuevo propulsor de acceso, un gasolina 1.5 turbo de 160 CV que se pondrá a la venta por 100.000 yuanes (alrededor de 14.000 euros). Por encima se situará la versión comercializada hasta ahora con un bloque 2.0 turbo de 190 CV.
Fuente: Carscoops.
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