Convivencia de coches y ciclistas, todo lo que debe hacer cada uno para evitar accidentes

Los automóviles y las bicicletas forman parte del ecosistema no sólo de las ciudades, sino también fuera de ellas. Pero no siempre la convivencia entre coches y ciclistas es buena. Por ello, presta atención a todas nuestras recomendaciones para evitar accidentes, seas conductor o ciclista.

Desgraciadamente, cada año se producen numerosos accidentes en los que se ven involucrados coches y ciclistas, ya sea en ciudad o en carreteras secundarias. En 2022, el balance fue aún más negro, al aumentar en cuatro la cifra de ciclistas fallecidos en las carreteras españolas, en comparación con 2019. En total, murieron 44 ciclistas el año pasado.

Precisamente, con el objeto de proteger a estos usuarios más vulnerables, la DGT realizó algunas modificaciones en la nueva Ley de Tráfico 2022, haciendo hincapié en la forma adecuada de adelantar a una bicicleta por parte de un vehículo e incrementando la sanción por no respetar la distancia lateral de seguridad. 

Por su parte, los ciclistas también tienen una serie de normas que deben cumplir y, en este sentido, la DGT también se pone cada vez más firme. 

Todo esto nos conduce a un único fin: reducir la siniestralidad. Para ello, tanto los conductores de coches como los ciclistas deben conocer las normas de circulación y respetar la seguridad vial para para convivir en armonía. 

Convivencia de coches y ciclistas, todo lo que debe hacer cada uno para evitar accidentes

La convivencia entre coches y bicicletas se ha hecho un poco más difícil en los últimos años, debido al ‘boom’ de carriles bici que se han construido en muchas ciudades españolas. Esto ha favorecido la proliferación de usuarios de bicis, pero también de otros vehículos de movilidad personas (VMP), como patinetes eléctricos. 

Existen una serie de normas que todos deben conocer y cumplir para que la seguridad vial sea siempre la protagonista. Y, aunque los ciclistas están considerados como usuarios vulnerables, también están obligados a respetar una serie de normas. 

En este punto, te recordamos que una bicicleta no puede nunca circular por una autovía, una carretera reservada exclusivamente a vehículos a motor. 

La paciencia, fundamental

Suele decirse que la paciencia es la madre de la ciencia. También podemos aplicarlo a la conducción. Hay usuarios que circulan más despacio e, independientemente de si vas conduciendo dentro de los límites legales o no, debes tener paciencia y continuar la marcha, siguiendo las normas de circulación. 

Evita utilizar el claxon para apremiar al ciclista, haciendo ráfagas con las luces o pegándote excesivamente a él.

Respetar la distancia de seguridad

La distancia de seguridad es fundamental para evitar accidente, no ya cuando se trata de la convivencia entre coches y ciclistas, sino en general. Normalmente, entre dos vehículos hay que dejar una distancia de 25 metros a 50 km/h y 144 metros a 120 km/h. 

Pero, si delante de tu coche va una bici, no es necesario guardar una distancia tan grande, ya que al ir aquella más despacio, hay una menor distancia de reacción por parte del conductor. Por ello, bastará con dejar unos diez metros cuando un ciclista o grupo circula a 30 km/.

Igualmente, hay otras situaciones en las que son los ciclistas los que tienen ventaja, al ser más ágiles que los coches. Un ejemplo es en una bajada de un puerto de montaña. En este caso, deben respetar igualmente la distancia de seguridad y no pegarse al vehículo que les precede.

Cuidado con los adelantamientos

Este es uno de los puntos clave de la convivencia entre coches y ciclistas, los adelantamientos de un vehículo a una bicicleta o grupo. Hay que tener en cuenta tres situaciones:

• Espacio frontal y lateral: al realizar una maniobra de adelantamiento a un ciclista, ya sea en ciudad o en carretera, el conductor del coche debe dejar un espacio de seguridad entre su vehículo y la bicicleta de, al menos, 1,5 metros si la vía tiene sólo un carril por sentido. Además, desde la entrada en vigor de la nueva legislación, si la vía tiene más de un carril por sentido, el coche deberá ocupar completamente el carril contiguo. Hace un adelantamiento incorrecto supone la retirada de 6 puntos del carné de conducir y una multa de 200 euros. 
• Ciclista en sentido contrario: el conductor que circula por una carretera interurbana con un solo carril por sentido y desea adelantar a otro coche (o ciclista), no podrá hacerlo cuando, en ese momento, se aproxime un ciclista en sentido contrario, aunque lo haga por el arcén.
• Línea continua: en tercer lugar, el conductor de un coche debe evitar adelantar a un ciclista cuando hay una línea continua. Si lo hace, deberá asegurarse de que su velocidad es lo suficientemente baja como para no poner en peligro su integridad física ni interferir en el resto de la circulación.

Circulación en ciudad

En algunas ciudades, existen carriles por los que pueden circular tanto coches como ciclistas, que estarán señalizados adecuadamente. En estos casos, el conductor del coche debe respetar la velocidad indicada, que normalmente es de 30 km/h, y no debe invadir ni aparcar en carriles bici. Parar o estacionar en un carril bici son 200 euros de multa.

Por su parte, los ciclistas no pueden invadir el carril contrario para llegar al primer puesto en un semáforo y, por supuesto, tampoco se lo pueden saltar. 

Circulación en vías interurbanas

En carretera, los ciclistas deben circular por el arcén o por el extremo derecho del carril y siempre con el casco puesto. No pueden circular en pelotón. Como mucho, pueden ir en fila de dos siempre que no haya problemas de visibilidad o de trazados en la carretera.

Normas que deben respetar todos los ciclistas

Ya sabemos que todos los coches (incluidos camiones, autobuses y restos de vehículos a motor) están sujetos a las normas del código de circulación o Código de Tráfico y Seguridad Vial, el texto normativo que regula el tráfico o circulación de vehículos. 

Es decir, todos los conductores deben conocer y espetar el significado de las señales de tráfico, los semáforos y otros tipos de señalización vial para favorecer la convivencia entre todos los usuarios.

Del mismo modo, los conductores están sometidos a otro tipo de normas, como no superar una tasa máxima de alcoholemia o respetar los límites de velocidad establecidos en cada vía.

Pues bien, los ciclistas también. La DGT hace especial hincapié en tres normas obligatorias que deben cumplir todos los usuarios de bicicletas

• En bici, obligatorio señalizar maniobras: giros, cambios de sentido y de carril.
• En ciudad y carretera, recomendable circular por carriles bici si están disponibles.
• A los ciclistas también les afecta la tasa máxima de alcoholemia (0.5 g/l de alcohol en sangre o de alcohol en aire espirado superior a 0.25 miligramos por litro).

Además de estas tres normas básicas, Tráfico también recuerda otras, como no usar el teléfono móvil o sólo se puede llevar a un pasajero de hasta siete años en su correspondiente asiento homologado y siempre que el conductor sea mayor de edad (la multa es de 100 euros).

Siempre que circulen de noche, en pasos inferiores o por túneles, los ciclistas deben llevar las luces encendidas delante y detrás para ver y hacerse visibles. La sanción por no llevar luces es de 200 euros. Igualmente, cuando sea obligatorio utilizar las luces, hay que llevar una prenda reflectante para que los demás conductores puedan distinguirlos a 150 metros de distancia.

En ciudad, los ciclistas deben ceder el paso en un paso para peatones debidamente señalizado y cuando giran para entrar en otra vía y hay peatones cruzándola, aunque no haya paso. Además, deben bajarse de la bici para cruzar el paso de peatones, de lo contrario, puede ser multado con 200 euros.

Por otro lado, los ciclistas tienen prioridad de paso con respecto a los vehículos de motor cuando circulan por un carril bici, por un paso para ciclistas o por arcén debidamente señalizado. En el resto de situaciones, deben respetar las prioridades de otros usuarios como establezcan las normas y las señales o serán sancionados con 200 euros.

A la hora de circular por una rotonda, los ciclistas que van en grupo (del primero al último), goza de prioridad. Lo mismo ocurre en el resto de intersecciones, cuando el primero de los ciclistas ya haya entrado en ella. 

En ciudad, los ciclistas deben circular lo más próximo a la derecha de la vía, dejando una separación de seguridad con el bordillo o con los vehículos estacionados. Y si van en grupo, podrán circular en columna de a dos como máximo. Circular en grupo sin respetar este orden está castigado con 100 euros.

En carretera, siempre que exista, los ciclistas deben utilizar el arcén de su derecha. Sólo podrán abandonarlo en descensos prolongados en condiciones seguras. Ocupar la calzada cuando existe arcén acarrea una multa de 200 euros.

Por último, los ciclistas tienen permitido circular en filas de dos en carretera, orillándose todo lo posible a la derecha de la vía. En cambio, en tramos sin visibilidad, como las curvas, y cuando formen aglomeraciones, no podrán circular en paralelo y deberán colocarse en hilera. Circular por carretera sin orden conlleva una multa de 100 euros.