El coche 'dopado' de Lance Armstrong

Tras caerse de la bicicleta a los abismos del dopaje, los coches de Lance Armstrong pueden ser el nuevo bálsamo que restituya al vilipendiado ciclista , quien ahora ha buscado su particular catarsis en manos de los 'talk-show', esos programas dedicados a exponer en antena las miserias del personal.

Así, el Lance Armstrong al que el pasado mes de agosto se le retiraron los siete títulos conseguidos en el Tour de Francia tras un informe inculpatorio de la agencia Antidopaje de Estados Unidos se ha sincerado con la influyente presentadora estadounidense Oprah Winfrey y ha reconocido, tras dos horas y media de entrevista en su casa de Austin (Texas), que sí se dopó.

La acusación de dopaje de Armstrong y su posterior condena, amén del escarnio y vergüenza planetaria, le causó perdidas a nivel económico, de prestigio e imagen, la cual hasta el momento era de las más valoradas gracias, en gran medida, al hecho de haber conseguido un glorioso palmarés tras superar un cáncer de testículo. Este episodio de superación le canjeó una popularidad enorme y pronto las grandes firmas comerciales se disputaban su imagen. Entre ellas, Nissan.

Sin embargo, la firma japonesa puso tierra de por medio en la relación cuando se hizo pública la noticia de que Armstrong dejaba el equipo Nissan/TeamRadio Shack. No obstante, el ciclista se ha quedado con la custodia del Nissan Leaf, la joyita eléctrica de la casa nipona.

Pero el coche de Lance Armstrong, con mayúsculas, es, sin duda, el Pontiac GTO de 1970 personalizado con el que se ha dejado ver entre pedalada y pedalada. Una preciosidad, regalo de su esposa Sheryl Crow, el cual fue rejuvenecido gracias a las manos expertas de los chicos del programa de televisión 'Overhaulin'.

El Pontiac GTO de Lance Armstrong, una vez 'dopado' pasó a tener de 210 a 450 CV, un potente equipo de música de 2000 W de potencia y once altavoces, acicalado con un rejuvenecedor baño de pintura negra y adornado con unas lustrosas llantas Foose.