Cinco razones por las que las baterías en estado sólido cambiaran la vida al coche eléctrico
Las baterías en estado sólido puede ser la solución a algunos problemas que sigue planteando el coche eléctrico, como los largos tiempos de carga. Te damos cinco razones que explican por qué.
El gran reto que tiene por delante el coche eléctrico es reducir los tiempos de carga, además de aumentar la infraestructura necesaria para enchufar los vehículos. Si esto se consigue, la autonomía dejará de ser un problema. Y el camino para ello pasa por le desarrollo de las baterías en estado sólido.
El coche eléctrico ha experimentado una evolución espectacular en apenas unos años. Lejos quedan aquellos primeros modelos cuya autonomía oscilaba entre los 100 y 200 kilómetros. Actualmente, podemos encontrar coches con 300 o 400 kilómetros de autonomía de media e, incluso, más de 600 kilómetros en algunos de alta gama.
Sin embargo, no podemos hablar todavía del vehículo eléctrico como una solución de movilidad dominante. En teoría, deberá serlo en los próximos años, pero todavía estamos lejos de ese escenario.
Por un lado, está el problema del precio, como ya sabemos. Los coches eléctricos son mucho más caros que los equivalentes de combustión y lo seguirán siendo. La buena noticia en este sentido es que este año van a aparecer modelos cuyo precio rondará los 25.000 euros, lo que, unido a las ayudas públicas, se podrá bajar hasta menos de 20.000 euros.
Esto ya permitirá a más gente acceder al coche eléctrico. Y más adelante se esperan modelos más económicos. Pero el gran reto de los vehículos a baterías es el que planteamos al inicio: los tiempos de carga y la infraestructura de carga.
Repostar un depósito medio de gasolina o diésel es una operación que se hace en unos pocos minutos, mientras que se necesita, al menos, media hora para recargar una batería al 80% de su capacidad en una estación de carga rápida. Y tenemos que reconocer que esto es un problema.
La batería es el corazón de un vehículo eléctrico, equivalente al motor en un coche tradicional y hay fabricantes estudiando diferentes soluciones para mejorar el rendimiento de las baterías y acortar los tiempos de carga.
En este sentido, en los últimos tiempos se ha producido un importante avance que se puede calificar de revolucionario: las baterías en estado sólido. A continuación, te explicamos cinco razones por las que las baterías en estado sólido cambiaran la vida al coche eléctrico.
1 No se degradan tanto con el paso del tiempo
Las baterías de iones de litio están compuestas por muchas celdas en cuyo interior hay muchas pilas que, a su vez, se componen de un cátodo y un ánodo que están en un electrolito líquido. Sin embargo, en las baterías en estado sólido ese electrolito está en estado sólido (es un cristal de sodio), de ahí su nombre.
Esto tiene dos ventajas. La primera es que las baterías en estado sólido no se degradan tanto con el paso del tiempo, como sí ocurre con las actuales de iones de litio. Éstas, a medida que van completando cientos y cientos ciclos de cargas y descargas, van perdiendo propiedades y reduciendo el rango de autonomía.
¿Por qué? Porque el electrolito líquido se va solidificando con el paso del tiempo. Esto no ocurre con las baterías en estado sólido, porque, al estar el electrolito en estado sólido, evita que se formen dendritas, que es lo que merma el rendimiento de la batería. Por tanto, no pierden su capacidad después de muchos años y kilómetros.
2 Las baterías de estado sólido son más seguras
La segunda ventaja que tiene el electrolito sólido es que elimina el riesgo de sobrecalentamiento de la batería e, incluso, de explosión en casos extremos.
Por tanto, las baterías en estado sólido son mucho más seguras que las de iones de litio, porque nunca van a provocar un incendio, como ha ocurrido en algunos coches eléctricos.
3 Mayor densidad energética
Otra ventaja muy importante de las baterías en estado sólido y que puede cambiar la vida del coche eléctrico es su mayor densidad energética. Estas ‘pilas’ pueden almacenar hasta el triple de energía con respecto a las actuales de iones de lito.
Esto significa que permiten cubrir mayores distancias con una sola recarga, lo que supone acabar con el problema de la autonomía que hemos mencionado antes. Y esto a pesar de ser más pequeñas y ligeras, lo que beneficia también al consumo de energía y al rendimiento del vehículo.
4 Resistencia al frío
Uno de los problemas que tienen los coches eléctricos actuales es que pierden mucha autonomía durante el invierno. Esto se debe a que el frío reduce considerablemente la densidad energética de las baterías de iones de litio.
En los últimos tiempos, este problema se ha podido minimizar con la instalación de bombas de calor. Pero lo bueno que tienen las baterías en estado sólido es que, incluso con temperaturas bajo cero, su capacidad no se reduce.
5 Tiempos de carga inferiores
Otra razón por la que las baterías en estado sólido pueden cambiarán la vida al coche eléctrico es, precisamente, que reducen considerablemente los tiempos de recarga. No obstante, para ello necesita sistemas de carga rápida de hasta 200 kW.
Para hacernos una idea, hablamos de tiempos de entre 10 y 15 minutos para recuperar el 80% de la capacidad de una batería media. Esto es más de la mitad de lo que necesita una batería de iones de litio en la actualidad.
Etiquetas: batería, recarga batería
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