Cinco ladrones de coches que se cebaron con su víctima
1. Tan solo 24 horas después del triste fallecimiento de Paul Walker, un hombre llamado Richard Taylor entró en el garaje del actor y le robó 30 coches, para venderlos. Robar los coches a un muerto es de tristes…
2. Si eres un ladrón de coches, lo importante es que la gente no sepa tu identidad. Pues bien, este, de oriente medio, tenía un estilo de robar muy especial: quedaba con sus víctimas, y les 'compraba' el vehículo con cheques falsos. Para cuando el dueño se quería dar cuenta, el ladrón ya se había escapado.
3. Un grupo de ladrones le robaron a un conductor su Toyota Corolla, lo estamparon contra una hidrante, y le causaron daños irreparables. Robar un coche, no está bien; pero hacerlo, y encima, destrozarlo, ya es tener mala intención…
4. El ladrón del Ford Mustang que Kristen Cockerill alquiló. Cockerill devolvió el cinche un domingo, con lo que dejó las llaves en el buzón. El ladrón robó justo esa noche el coche, que todavía era responsabilidad de Cockerill, quien se vi, de repente, con un facturón en las manos…
5. El hecho de robar suele realizarse (supongo) para obtener un beneficio económico. Entonces, ¿qué motivó a estos ladrones a robar un Ferrari Daytona, valorado en 2,5 millones de dólares (unos 2,3 de euros), y después quemarlo?
Fuente: Carbuzz
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