Brixton Crossfire 500 X: una naked vintage con mucho rollo para el carné A2
Las motos nuevas con estilo vintage están de moda: el estilo que consiguen convence a los clientes que buscan una moto divertida, que le lleve, pero también que le dote de un estilo propio y con mucho rollo. La Brixton Crossfire 500 X llega para cubrir ese hueco en la gama de este fabricante tan curioso.
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¿Por qué digo eso? Brixton llegó a nuestro mercado en octubre de 2017, propiedad del grupo austriaco KSR, son motos de estilo retro y bajo coste, producidas en Asia (principalmente China y Taiwan) pero con un rollo muy interesante. ¡Tienen motos incluso que parecen sacadas de la Segunda Guerra Mundial!
La Brixton Crossfire 500 X se coloca en la parte alta de la gama y lo hace manteniendo los atributos de la marca: un estilo vintage muy atractivo, que ahora se suma a un diseño sin carenado, de tipo naked, y con ciertos aires de moto Roadster. En definitiva: su diseño es atractivo se mire por donde se mire, especialmente en el color negro de las fotos.
La Crossfire 500 X se ha desarrollado pensando en alcanzar a todo tipo de clientes. Con un precio ajustado y un motor apto para el carné A2, se presenta como una moto muy interesante para aquellos que quieren empezar en esto de las motos, con un diseño y un estilo muy interesante y con un coste de adquisición muy ajustado: el precio de la Brixton Crossfire 500 X es de 6.299 euros.
La marca ha instalado el motor bicilíndrico de 486 cc capaz de desarrollar 47 CV a 8.500 vueltas. Pesa 180 kg, por lo que además de ser apta al A2 también se presenta como una moto muy interesante de pilotar: divertida y con suficientemente potencia para poder disfrutar de ella tanto dentro como fuera de la ciudad.
Cuenta con una horquilla invertida delante y un monoamortiguador trasero. ¡Incluso te puedes dar cierto homenaje fuera del asfalto! No tendrá el nivel de calidad de marcas de primer nivel, como Ducati o BMW, pero ojo porque esta moto es interesante por su interesante relación entre imagen/calidad/precio. Por unos 6.000 euros, pocas motos hay con este nivel de prestaciones y de atractivo visual.
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