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Así es la bicicleta de hidrógeno protagonista en la cumbre del G7

Bicicleta hidrógeno Pragma Industries
Diseño clásico, tecnología ultra moderna.

La bicicleta de hidrógeno que propone la empresa Pragma Industries es una nueva vuelta de tuerca en torno a la micromovilidad eficiente, principalmente enfocada a las grandes ciudades. Se trata de una bicicleta eléctrica pero que en lugar de funcionar gracias a una batería, lo hace a través de un depósito de hidrógeno y de una pila de combustible capaz de combinar el hidrógeno y el oxígeno para generar electricidad.

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Sin duda, el hidrógeno es, sobre el papel, el combustible más interesante de todos: es infinito, es el más abundante y el resultado de la pila de combustible es generación de energía limpia. Sin embargo, el principal problema de este combustible es industrializar su distribución y el proceso de carga. El hidrógeno se consigue a partir del agua y todo el proceso de extracción necesita de mucha energía, haciendo menos eficiente todo el proceso.

La consecuencia de esto es que a día de hoy hay muy pocas estaciones de carga, por lo que en la práctica, esta bicicleta de hidrógeno tendría complicado poder repostar. Pero antes de dejar de leer y desechar la idea, deja que te comente un poco más en profundidad qué propone y por qué este concepto es tan interesante.

Se trata de una bicicleta de hidrógeno con 150 km de autonomía gracias a apenas dos litros de este noble combustible. Esta autonomía es tres veces superior que la de una bicicleta eléctrica convencional con una batería de unos 360 Wh. Además, como te podrás imaginar, el tiempo de carga es infinitamente más rápido: dos minutos contra las dos, tres o cuatro horas que necesita una bicicleta eléctrica con batería convencional.

Es súper eficiente, la asistencia eléctrica funciona como en cualquier otra bici eléctrica pero el proceso de carga es mucho más rápido. Obviamente, esta bicicleta de hidrógeno, que la marca ha mostrado a los presentes en la cumbre del G7 y que han podido utilizar los periodistas desplazados a Biarritz, no es para todo el mundo: su comercialización está pensada para grandes flotas, para los que una gran inversión inicial en una estación de hidrógeno sí puede resultar rentable. 

Si has llegado hasta aquí soñando con tener una bicicleta de hidrógeno, siento decirte que lo tienes complicado. Salvo que tengas la inmensa suerte de vivir al lado de alguna de las 20 hidrogeneras que España prevé tener en 2020, el resto lo tendremos complicado para poder utilizar esta bicicleta que puede poner sobre la mesa una solución que será fantástica el día en el que el desarrollo de las estaciones de carga de hidrógeno se expanda y se popularice. Pero creo que todavía faltan unos años para eso.

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