Así es la estafa de los radares, ¡cuidado!
A estas alturas ya estamos acostumbrados a desconfiar de lo que vemos en internet y de lo que nos llega por correo electrónico, es por eso que los ciberdelincuentes tienen afinar sus técnicas para provocar a sus posibles víctimas con lo que más les duele. ¿Y hay algo que moleste más que recibir una notificación de una multa? La última estafa que recorrer la red está relacionada con el phishing y los radares de velocidad.
VÍDEO: Así funcionan los radares de semáforo
El phishing es una práctica que consiste, básicamente, en el envío masivo de e-mails falsos a discreción para engañar a los receptores y conseguir sus datos personales, información de la seguridad social y claves bancarias. En su última iteración, el cebo era una suspuesta multa por exceso de velocidad. El correo electrónico simula a la perfección uno enviado por la DGT (con los logos, el formato, etc) e informa a la víctima de que ha sido cazada conduciendo más rápido de lo que debía por una determinada zona. Se comenta que pinchando en el enlace adjunto podrá ver la fotografía tomada, algo a lo que pocos podrán resistirse por incredulidad o por querer comprobarlo.
Lo que ocurre es que una vez se hace clic se descarga un virus en el ordenador que permite a los delincuentes rastrear y robar los datos confidenciales que se introduzcan en el dispositivo afectado, ya sea un ordenador, una tablet o un Smartphone. ¿Cómo evitar caer en la trampa? Lo primero es tener en cuenta que, por norma general, las multas llegan por correo certificado, no vía online. Además, al recibir el mail, en lugar de abrirlo lo ideal es acceder a la página de la Dirección General de Tráfico y buscar en ella si realmente hemos sido sancionados o no.
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