5 coches que casi nadie sabe que llevan motor Ford

En la industria es más común de lo que cabría esperar que un coche monte el motor de otra marca, sobre todo cuando el vehículo pertenece a un fabricante pequeño. Ford es una de las compañías que a lo largo de su historia ha ejercido más como suministrador de bloques, estos 5 coches que casi nadie sabe que llevan motor Ford son la prueba de ello.

Caterham Seven

Caterham es un fabricante peculiar, con un enfoque retro que lleva conservando desde sus inicios. Podemos apuntar, además, que se trata de un carrocero y experto en chasis, pero que los motores no son lo suyo, pues desde el principio ha confiado en propulsores de origen Ford, tradición que mantiene todavía hoy en día.

Incluso sus creaciones más recientes los montan (el super Seven 1600 emplea un 1.6 tetracilíndrico de 135 CV), aunque hay algunas excepciones, como el Seven 170 que se mueve gracias a un motor Suzuki de 660cc.

De Tomaso Pantera

Este es un caso bastante especial y es que, más que un modelo con motor Ford, se trata de un coche que desarrollaron de manera conjunta entre la marca del óvalo y De Tomaso, cuando aquella adquirió gran parte de ésta y se encargó tanto de suministrar los propulsores y de la distribución del vehículo en Estados Unidos.

El resultado fue un deportivo icónico cuyo corazón era estadounidense: montaba un bloque 5.8 V8 que desarrollaba 330 CV de potencia, gestionados por una transmisión manual ZF transaxle y por un sistema de tracción trasera.

Koenigsegg CC8S

Resulta curioso que una marca especializada en hiperdeportivos, como es Koenigsegg, utilice motores de otro fabricante, sobre todo porque el corazón del modelo debería ser, a priori, uno de sus elementos más distintivos. Aunque actualmente sus bloques solo emplean alrededor de un 5% de piezas provenientes de Ford, en sus comienzos la cosa era muy diferente.

El Koenigsegg CC8S fue el primer modelo de producción de la casa y su nombre significa “CC V8 Supercharged”. En realidad montaba una versión muy modificada del bloque modular V8 de 4,7 litros de Ford, que consiguió llevarse hasta los 655 CV de potencia.

Saleen S7 

Otro ejemplo de superdeportivo que confió su motor a una marca de contrastado renombre. El S7 empleaba el bloque Ford Windsor, un propulsor V8 de 7 litros de cubicaje que contaba con dos turbos y era capaz de desarrollar 750 CV de potencia.

Esto, junto a su caja de cambios manual de seis velocidades y el sistema de tracción trasera, permitía que marcara un tiempo de solo 2,8 segundos en el sprint de cero a 100 km/h. ¿El coche equipado con un motor Ford más rápido de la historia?

Reliant 

La marca británica es conocida sobre todo por el Robin, su peculiar coche con tres ruedas y tamaño minúsculo, que ha demostrado en multitud de ocasiones tener un manejo y una estabilidad pésimas. Sin embargo, el fabricante alumbró muchos otros vehículos, muchos de los cuales montaban un motor Ford bajo el capó.

La lista es larga: Reliant Sabre (1961), Reliant Scimitar (1964 y 1968), Reliant Scimitar SS1 (1984), Reliant Scimitar Sabre (1992), etc. Pero es que la industria automovilística británica ha sido asidua a montar bloques de la marca estadounidense, con numerosos casos en MG Rover, TVR, Ginetta o Sunbeam, entre otros.