24 Horas Ford 2018: una carrera muy especial que nadie pierde
Alex Aguilar
Las 24 Horas Ford 2018 volvieron a reunir en el Circuito del Jarama a un buen número de entusiastas de la conducción y la solidaridad -con caras tan reconocibles como la de Ramón Arangüena, Luis Tosar o Alba Carrillo- con una única meta en común: conseguir el mayor premio posible para las 12 ONG participantes en el evento. 563 vueltas al trazado madrileño alzaron como vencedores a quienes defendieron los colores de la Fundación Elena Barraquer... en uno de los finales más apretados que se recuerdan con hasta tres equipos peleando por las plazas del podio en el mismo giro.
El protagonista elegido para disputar esta carrera tan especial fue el Ford Fiesta ST 2018 del que ya te hablé hace algún tiempo y que, habiendo consumido tan sólo cuatro neumáticos y 235 litros de carburante BP Ultimate con tecnología ACTIVE de 98 octanos, ha demostrado ser capaz de ofrecer mucha diversión al volante... sin derrochar combustible. ¿El objetivo de la competición? Dar el mayor número de vueltas posible a la pista de la capital gastando el mínimo combustible posible. Sé lo que estás pensando y sí: es tan difícil como parece.
Tras dos jornadas realmente intensas, las 24 Horas Ford 2018 llegaron a su final con la Fundación Elena Barraquer en la primera plaza del podio, seguida muy de cerca por las ONG Envera y Aspadir, que lograron terminar la competición en la segunda y tercera plaza del podio, respectivamente. Gracias a ello los vencedores podrán disfrutar de un premio de 30.000 euros para su proyecto, mientras que sus más inmediatos perseguidores recibirán nada menos que 20.000 y 10.000 euros para poder llevar a cabo su encomiable trabajo.
¿Y el papel de AUTO BILD en las 24 Horas Ford 2018?
Tuve el placer de asistir como representante de este medio a la cita anual de Ford -que ya ha alcanzado las 15 ediciones y repartido más de 1,6 millones de euros en total- defendiendo los colores de la Fundación APASCOVI con un equipo genial en el que pudimos contar con la ayuda de los mismísimo Jorge Sanz y Andrés Caparrós... que tuvimos que vernos relegados a la octava posición de la tabla tras haber rodado durante una buena parte de la prueba alrededor del tercer escalón del podio. ¿La razón de nuestro pinchazo? Un turno algo más gastón de lo esperado y una desafortunada penalización que, con una clasificación provisional tan apretada, hundió nuestras posibilidades de cara a volver a escalar hacia la victoria.
Sin duda alguna, el mal sabor de boca queda borrado al haber podido contribuir a que nuestra ONG recaudara 6.000 euros para su causa y, además, habernos puesto en contacto con la realidad de quienes necesitan su ayuda. Porque correr en un circuito es siempre adictivo... pero hacerlo por un fin tan noble es doblemente magnético. ¡Nos vemos el año que viene!
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