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20 mitos de los coches eléctricos, ni todos son verdad, ni todos son mentira

Instalar punto recarga coche eléctrico en casa
Las leyendas urbanas sobre eléctricos proliferan en España más deprisa que los enchufes. Aclaramos aquí las más comunes...

Si la rumorología es patrimonio nacional, imagina en un momento en el que hay más alternativas de movilidad que nunca y los coches eléctricos están en el top ten de las conversaciones de bar. Por eso, no es de extrañar que ante un fenómeno tan reciente e imparable como la electrificación, la confusión y los ¿falsos? mitos no paren de crecer con frases que empiezan por "lo ha dicho la radio" y acaban con sentencias tan españolas como la tortilla de patata o el "y eso es así", porque o "el primo del amigo del novio de la Paqui se montó una vez en un coche eléctrico y me lo contó tal cual".  

¿Un vehículo enchufable "se avería menos" y los gruístas se quedarán pronto sin trabajo? Pues depende. Un motor eléctrico suele tener menos elementos susceptibles de romperse, pero también cuenta con una tecnología tan joven como sofisticada... 

Mitos de los coches eléctricos

A continuación repasamos 20 mitos de los coches eléctricos. Veamos cuáles son mentira y cuáles verdad...

1. Son más caros

A priori, al tener menor cuota de mercado, el precio de un eléctrico sí es más elevado que el de otro equivalente de combustión. Sin embargo, a medida que se generalizan, aumenta la oferta y los fabricantes y las Administraciones conceden ayudas directas o indirectas, para que la inversión inicial y el coste por kilómetro se abaraten considerablemente.  

No pagan impuestos

De momento, están exentos del impuesto de matriculación (porque el límite para ello está en 120 gramos por kilómetro y ellos no emiten nada). Pero las distintas Administraciones locales tienen la última palabra en otros, como el de circulación. Y cuidado, porque hay países que ya han empezado a gravar los eléctricos cuanto se han extendido.

No contaminan

Mitos de los coches eléctricos

Aunque no emitan sustancias nocivas al circular, que un coche eléctrico contamine o no depende del origen de la electricidad que consume (si esta procede de fuentes fósiles o renovables), así como de lo que suceda desde su fabricación hasta su acharrarramiento y reciclaje (baterías incluidas).

No suenan

Los primeros motores eléctricos hacían un ruido continuo que no era precisamente agradable. Sin embargo, ahora que los fabricantes han conseguido los modelos más silenciosos, la Unión Europea obligará a que los eléctricos emitan ciertos sonidos para evitar los atropellos. Se conoce como sistema AVAS.

No gastan aceite

Como decíamos al principio, es cierto que los motores eléctricos presentan una estructura más sencilla. Al no tener cilindros, los pistones no requieren un aceite convencional que los lubrique y refrigere como en un motor convencional. Con todo, toda pieza móvil requiere diseños y sistemas de protección para evitar fricciones y sobrecalentamientos. Y eso seguirá sucediendo en el futuro. 

No necesitan revisiones ni ITV

Aunque se miren elementos distintos a los de un coche gasolina o diésel y tu eléctrico acabe teniendo más electrónica que mecánica, el mantenimiento es y será necesario, igual que una ITV que certifique que puedes circular.

En este enlace puedes ver cómo es la ITV de un coche eléctrico.

Aparcan gratis

Mitos de los coches eléctricos

Las políticas de estacionamiento libre no son leyenda, sino incentivo real de muchas Administraciones para fomentar los coches de etiqueta cero. Pero nadie sabe hasta cuándo.

Acusan el sobrepeso

Sólo la batería de cualquier coche enchufable pesa varios cientos de kilos, bastante más que un depósito estándar lleno de combustible. Pero si se sitúa en el lugar óptimo del chasis y la potencia que desarrolla es suficiente, se pueden conseguir buenos resultados dinámicos. 

Aceleran mejor

Por sus características técnicas, un motor eléctrico suele ser más eficiente que uno de combustión y entrega la potencia al eje motriz de una forma más directa. Por eso, hasta en el utilitario enchufable más básico se percibe perfectamente la manera en que empuja 'desde abajo' en cuanto pisas el acelerador. 

Mejor sin lluvia

Los coches 'a pilas' son hoy día igual de seguros que los demás. Están preparados para recargarse a cubierto o a la intemperie, en seco o en mojado, siempre que no se sustituyan los cables de carga por otros no oficiales, alargadores... y que la instalación a la que pertenezca el enchufe sea la correcta. 

Las baterías son peligrosas

Mitos de los coches eléctricos

El elemento que genera la corriente tampoco supone ya un riesgo para el usuario de un coche enchufable (como sí pasaba en los primeros prototipos electrificados)... siempre y cuando la batería no sea manipulada por alguien inexperto. Tampoco deberían congelarse ni arder en condiciones de variación térmica normales en mercados como el europeo. 

Ojo con los charcos

Mitos de los coches eléctricos

Aunque la lluvia no debería ser amenaza para estos vehículos, los fabricantes recomiendan evitar los charcos y que el agua no llegue a la llanta: aquí no hay riesgo de que el agua se meta por el tubo de escape y llegue hasta el motor, pero sí de que dañe los sistemas de recuperación de energía que hay en las ruedas.

Pierden rendimiento con el frío

Lo que sí se registran son caídas del rendimiento de la batería, puntuales en temperaturas extremas o definitivas tras el paso del tiempo a medida que se van agotando sus ciclos de vida. Este problema se acrecienta en el mercado de segunda mano, que ya empieza a existir.

Gastan más neumático

Mitos de los coches eléctricos

Debido a que la aceleración es especialmente poderosa en un coche enchufable y que entregan directamente el par motor a las ruedas, lo normal es que la banda de rodadura se desgaste de manera precoz. Por eso las marcas de cubiertas trabajan en reforzar esta zona. 

Dependes del vecino para instalar un cargador

Actualmente, en España, salvo que haya una razón de fuerza mayor (incompatibilidad con la red doméstica, por ejemplo), que lo haga inviable por motivos de seguridad, ningún vecino puede vetar la instalación de un punto de carga en un garaje comunitario.

'Brillan' en los atascos

Mitos de los coches eléctricos

Si oyes que los eléctricos -al contrario que los coches de combustión- son especialmente eficaces y ahorradores en tráfico denso, estás ante otro de los mitos... que son realidad. Además, son especialmente agradecidos de conducir  cuando debes alternar acelerador y freno durante kilómetros.

Mienten en las autonomía

El alcance de un coche 'plug-in' es un valor estimado  obtenido mediante un algoritmo, como sucede en muchos ordenadores de viaje de otros tantos automóviles convencionales. Lo que pasa es que si en estos últimos la autonomía en el 'display' puede bajar más rápido de la cuenta por apurar las marchas o subir pendientes, en los eléctricos, además, afecta más que enciendas las luces o enciendas la calefacción.

Roban los cables

Ya se están dando los primeros casos de hurtos de cables de recarga, debido al gran valor económico que tiene el cobre que contienen. Sin embargo, parece que los amigos de lo ajeno prefieren forzar el maletero y cogerlo a arriesgarse a cortar la manguera de un coche conectado a la red (y con el enchufe bloqueado con llave) y sufrir descargas. 

Gastan más frenos

No necesariamente. Si sabes aprovechar las inercias, practicas frenadas suaves y más alargadas y 'tiras' de freno motor mediante los diferentes sistemas electrónicos de retención y regeneración de energía que incorporan los eléctricos, el desgaste prematuro de discos y pastillas no debería preocuparte en exceso. 

Si te quedas tirado, multa

Acabamos con lo que muchos temen... pero cuyas consecuencias pocos calibran: ¿y si la batería se agota del todo? Desde que avisas a la grúa hasta que pisas el taller, podrías ser sancionado, igual que un coche de combustión, por falta de previsión. 

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