Eléctrico o gasolina: ¿cuál ahorra realmente más?

Muchos son los que utilizan el transporte público para ir a trabajar a diario. Pero los trenes y los autobuses no circulan a cualquier hora del día y tampoco cubren todas las rutas, así que, donde no llegan... ¡tenemos el coche! En esta comparativa analizamos dos urbanitas para saber cómo pueden ahorrarte dinero en el camino al trabajo. 

La pregunta es: ¿viejo o nuevo mundo? Nos referimos a qué es mejor, ¿un motor de combustión de toda la vida o un pequeño coche eléctrico? Nuestros candidatos para esta apasionante historia son el Mitsubishi Space Star de gasolina y el Dacia Spring eléctrico. Ambos coches son más o menos asequibles, ¿pero, con cuál ahorras más?

Así son nuestros candidatos

Comencemos con el viejo mundo. Mitsubishi lleva muchos tiempo vendiendo el Space Star y hasta hace cuatro años era uno de los coches más baratos que te podías comprar: unos 9.000 euros. Pero bueno, eso ya es historia, tiempos que no volverán. 

El modelo actual viene, eso sí, mucho mejor equipado que hace unos años. El acabado Kaiteki, por ejemplo viene con seis airbag, control de presión de los neumáticos, sistema de ayuda aparcamiento, pantalla táctil de 7"... 

Además, gracias a que las puertas abren con mucho ángulo, puedes entrar y salir fácilmente de la fila trasera del Space Star. 

Hay una buena distribución del espacio interior y, si el que se sienta al volante no es una estrella del baloncesto, tienes más espacio para las piernas y la cabeza de lo que cabría esperar de un pequeño automóvil de 3,85 metros. 

Sí, las butacas no son el último grito, especialmente en la parte trasera, y las delanteras podrían ofrecer más apoyo lateral, pero también hay que destacar que el Mitsubishi, con toda su modestia, tiene un salpicadero lógico y bien estructurado en el que no hay grandes ausencias. 

Sabes que cuando entras en el concesionario, las explicaciones del vendedor van a ser claras y sin grandes florituras, porque no las tiene. 

¿Y el Dacia? El Spring es mucho más moderno, digital, pero sin tampoco muchos excesos. La velocidad aparece digitalmente como un número en una instrumentación en la que la esfera de la izquierda ofrece información acerca de si estás recuperando energía o no, y la derecha las barras muestra el nivel de la batería. 

Durante dos años, el Spring ha sido el representante de la movilidad eléctrica más accesible. ¿Qué ofrece? Seis airbags (como el Mitsubishi), pero también menos espacio, porque el Dacia es once centímetros más corto. Ni el volante ni los asientos delanteros son regulables en altura y la modesta calidad de materiales (es decir, mucho plástico duro) es de esperar en un coche así. 

Pero bueno, tiene todo lo necesario de serie. Y ahora nos ponemos en marcha, ¡que estamos ansiosos por conducir!

Así se conducen

Quedémonos en el eléctrico y hablemos de rendimiento: 45 CV, 125 Nm de par y tracción delantera. Sí, son datos bastante modestos y que tienen su reflejo en unas igualmente modestas prestaciones: necesita 19,1 segundos para llegar a 100 km/h desde parado (lo que es mucho) y la velocidad máxima no está mucho más lejos: 125 km/h. 

Así que, está claro: este tipo quiere llevarte de un punto A a un punto B sin multas ni pérdida de puntos. Y no lo hace mal, la verdad: dirección suave (pero no muy precisa ni comunicativa), con un gran radio de giro de diez metros, está correctamente aislado y el ajuste del chasis es confortable, aunque a veces se le atragantan los baches (y aparece algún rebote inesperado en la parte trasera).

El Mitsubishi lo hace todo un poco mejor y es más completo fuera del asfalto de las ciudades. También es un coche algo más ágil cuando pisas a fondo el acelerador: el sprint hasta los 100 km/h desde parado lo cubre en 14,1 segundos y, por lo tanto, es cinco segundos más rápido, con una velocidad máxima de 167 km/h. 

Sin embargo, debes cambiar de marcha con frecuencia para encontrar la felicidad y esa mayor agilidad. 

Y es que no podemos pedir peras al olmo: el tricilíndrico de 1,2 litros y 71 CV tiene una respuesta no apta para conductores impacientes: adelantar requiere decisión y, desafortunadamente, el Space Star tampoco puede exhibirse en una carretera mal asfaltada y con numerosos baches: en estas condiciones, al chasis se le acumula el trabajo y también deja deslizar algún que otro rebote. 

Es cierto que tiene una dirección que no hace nada mal su trabajo, pero que se muestra igual de insensible que la del Spring. Dicho de otra forma, no es el mejor coche para circular por carretera abierta. Pero de lo que se trata es de ahorrar y eso es lo que importa ahora.

Estos son los costes

El Dacia Spring parte de los 20.555 euros, pero cuesta sólo 16.055 euros tras la bonificación del Plan Moves III (4.500 euros sin achatarramiento). Es decir, un precio muy a la par del Mitsubishi Space Star analizado aquí, con el acabado Motion (cuesta 15.250 euros). 

Sin embargo, y a pesar de que cuentan con unos precios muy similares, hay grandes diferencias. Para el motor de combustión hemos obtenido un consumo de 5,1 litros de gasolina, mientras que el Dacia ha necesitado 16,6 kWh de energía cada 100 kilómetros (según nuestras mediciones). 

Esto significa que el motor de combustión tiene un gasto de 8,11 euros cada 100 kilómetros, mientras que en el vehículo eléctrico es de 3,32 euros: ¡4,79 euros menos! 

Evidentemente, estos precios los hemos calculado cargando el coche en casa; si lo hiciéramos en un punto de carga público la cosa cambiaría: a un precio de 0,45 euros aproximadamente, el gasto sería de 7,47 euros. Por eso, evidentemente siempre que se pueda, la recarga de la batería del Dacia debe hacerse en un wallbox doméstico, donde te vas a beneficiar de precios considerablemente más bajos. 

Con 3,7 kW de potencia, se necesitan más de ocho horas para completar una carga, mientras que con un punto de 30 kW en corriente continua (es lo máximo que acepta), la operación se realiza en menos de una hora. Dicho esto, lo tenemos bastante claro: sí, el modelo eléctrico gana en el apartado de costes y es el modelo para ir al trabajo más económico de esta dupla. 

De todas formas, no todo es tan sencillo para el Dacia: nadie te lo aconsejaría para cubrir largas distancias: después de 180 kilómetros, te tienes que parar obligatoriamente en un punto de carga para rellenar las baterías y... esperar, al menos, una hora con el fin de obtener una carga completa. En cambio, con el motor de gasolina, repostas en menos de 10 minutos y puedes seguir conduciendo.

Nuestra opinión

Los tres coincidimos: el Dacia Spring es el coche perfecto para los trayectos por ciudad y, por eso, gana este duelo por derecho propio. Sin embargo, no es el mejor compañero si necesitas hacer algún viaje. Ahí, el Mitsubishi Space Star hace valer su mayor autonomía.